Los niños sin plaza en el comedor del CEIP de la Pobla de Farnals comerán en bares de la localidad

El colegio público Cervantes de la Pobla de Farnals tiene un grave problema de espacio en su comedor. Se trata de una sala muy reducida, y no todos los niños y niñas demandantes del servicio pueden comer ahí.

La concejalía de Educación de la Pobla de Farnals, consciente de la problemática que supone que muchos niños y niñas hayan quedado excluidos del servicio de comedor del colegio público Cervantes, llevará adelante una iniciativa para cubrir las necesidades de las familias que lo requieran.

El centro ha publicado las listas provisionales de personas que pueden disfrutar del comedor, cifradas en 367 en su máxima capacidad y teniendo prioridad los estudiantes becados por conselleria, los que tienen a sus dos padres trabajando y los que han solicitado la inscripción para hacer uso todos los días lectivos. El resto de alumnos que han pedido el servicio, 128 en total, no podrán este año utilizar las instalaciones del colegio para comer, dada la actual carencia de infraestructuras.

Ante esta situación, la concejal delegada, Ana Borja, ha ofrecido al Consejo Escolar Municipal la puesta en marcha de un servicio de acompañamiento con monitores titulados, a través de la contratación de una empresa especializada por parte del Ayuntamiento, que acompañarán a los alumnos a las 12.30 horas hasta los establecimientos de restauración del pueblo que quieran adherirse a la iniciativa. Estos monitores estarán durante la hora de la comida atendiendo a los niños y niñas y los acompañarán de vuelta al centro hacia las 14 horas. Una vez en el colegio, los estudiantes podrán realizar las actividades extraescolares que ofrece la AMPA o quedarse con los monitores de acompañamiento hasta las 15 horas, cuando se retomen las clases.

Las familias que quieran pedir este servicio lo tienen que hacer en el bar Sol i Lluna el lunes o martes de la semana que viene. Para garantizar que la ratio monitor-alumno sea la adecuada, sólo podrán apuntarse los niños que tengan una seguida, es decir, que quieran que utilizar el servicio tres o más días a la semana y durante al menos un mes.

El Ampa del colegio convocó ayer viernes una reunión urgente para explicar el procedimiento propuesto por el Ayuntamiento a las familias interesadas. Por otro lado, el próximo miércoles tendrá lugar una sesión de trabajo entre el director del Cervantes, representantes de los padres, la edil delegada y Santiago Estañán, Director Territorial de Educación, para marcar las líneas de actuación que se tienen que seguir a partir de ahora.

“Es evidente que la solución definitiva a este problema pasa por una ampliación del comedor y de la cocina, unas infraestructuras que hoy por hoy no están preparadas, ni mucho menos, para dar de comer al total de 512 alumnos que han solicitado el servicio”, ha explicado Borja, que ha matizado que en esa línea “continuaremos reivindicando a la Generalitat que se de una salida a esta situación, puesto que, tanto por competencias como por presupuesto, es quien puede hacerlo”.

Comedor rodado

El año pasado el centro tuvo la misma problemática. En aquel momento se solventó haciendo turnos rodados de comedor. Grupos de niños entraban a comer y cuando acababan entraban los demás. Este sistema no gustaba a los padres que veían como algunos de sus hijos comían mucho más tarde de lo que estaba previsto ya que dependían de que los turnos anteriores hubieran acabado.

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