La oposición reprueba al alcalde de Massamagrell por «su actitud»
El pleno del Ayuntamiento de Massamagrell aprobó ayer una moción de urgencia con los votos favorables del PP, Compromís, Ciudadanos, Veïns per Massamagrell y Unides-Podem y la abtenció de Vox, donde «se ha reprobado la actitud del alcalde en estos meses durante la crisis económica por no dar participación a los grupos políticos, ni contestar a ninguna de sus muchas propuestas, por rechazar la ayuda ofrecida por todos los grupos políticos y por actuar de manera sectaria y partidista en esta crisis sanitaria».
Según explican «el alcalde una vez más no ha buscado ya no el consenso, ni si quiera el acuerdo con ningún grupo político, ninguneando a todos los partidos, apropiándose de las indicativas que éstos han planteado y sin informar de las medidas que se han adoptado, teniéndose que enterar el resto de grupos por las redes sociales o medios de comunicación. Nadie dice que no haya hecho nada, faltaría más, para eso tiene el cargo y cobra por ello, pero sus decisiones se han tomado de manera unilateral, y si hubiese consultado y aceptado la ayuda del resto de partidos no se hubiesen evitado errores y fallos en algunas de las acciones que se han hecho desde el ayuntamiento».
Las medidas económicas que ha tomado el gobierno local «han sido muy limitadas y de escaso alcance, y Paco Gómez sigue sin ser consciente que de 17 concejales solo gobierna con 5. A los grupos firmantes sólo les mueve el beneficio de los vecinos de Massamagrell, especialmente los que están padeciendo esta crisis, y prueba de ello es que ayer todos apoyaron la modificación de la tasa de terrazas para eliminarla para lo que queda de año y ayudar a los bares y restaurantes de nuestro pueblo. Una ordenanza que también se presentó fuera del orden del día y que aunque tarde, era necesaria aprobarla, por ello, anteponiendo los intereses del comercio local a cualquier interés partidista, todos nos pusimos de acuerdo para sacarla adelante. Lo mismo que con las inversiones en seguridad para proteger a las personas debido a la crisis del COVID-19; todos las apoyamos, aunque de nuevo llegaban tarde».
Según explican «esta tarjeta amarilla al alcade supone un tirón de orejas, y los grupos municipales esperan que el alcalde cambie de actitud y haga lo que se ha pedido desde la propia Generalitat y la FVMP: que facilite la labor de la oposición haciéndoles partícipe en el día a día, nos permita la capacidad de propuestas y seamos informados de los acuerdos con anterioridad a su puesta en marcha para aportar ideas y sugerencias que mejoren dichas acciones. La prueba de fuego será en la Comisión del COVID-19 que se creó expresamente a iniciativa del PP y apoyada por unanimidad donde esperemos que de una vez por todas se nos permita sumar a todos, y que nuestras propuestas se pongan en marcha y no de manera unilateral».