Los Servicios Sociales de Quart de Poblet realizan 2.526 atenciones durante el estado de alarma
Son muchas las cuestiones sociales que han debido abordarse y enfrentarse durante los últimos tres meses, realidades complejas que se han visto agravadas a causa de la crisis sanitaria y el estado de confinamiento que ha implicado el estado de alarma. Consciente de esta situación, el Ayuntamiento de Quart de Poblet ha doblado sus esfuerzos para mantener las atenciones y paliar las consecuencias económicas, sociales y psicológicas derivadas de la pandemia.
Esta intensa labor para asegurar el apoyo psicosocial de toda la población se ha traducido en más de 2.500 atenciones realizadas, de las cuales 829 han sido personas atendidas por primera vez en la Unidad de Trabajo Social (UTS) de Información de Servicios Sociales, el triple de las que se llevaron a cabo en el mismo periodo de 2019.
Ayudar en los procesos de duelo y actuar ante el aislamiento de personas solas, realizar intervenciones ante casos de ansiedad o de miedo al contagio, mediar en temas de custodia entre progenitores separados y en conflictos intrafamiliares, atender situaciones de recaída de adicciones o de escasez de recursos son algunas de las actuaciones que el equipo municipal de psicólogas ha llevado a cabo durante estos tres meses, atendiendo a 200 familias.
Otro de los ejes centrales que se ha reforzado para asegurar el bienestar de toda la población ha sido el Servicio de Atención a la Familia y a la Infancia, que da apoyo socioeducativo a las familias, niños y niñas y adolescentes. Este departamento pudo llegar a 154 familias y 150 niños, niñas y adolescentes que, durante las semanas más estrictas del confinamiento, se encontraban en situaciones de vulnerabilidad, riesgo y desamparo.
Los motivos de la intervención han variado dependiendo siempre de la situación o necesidades de la familia y los y las menores. Informar sobre aspectos como la beca comedor y la solicitud de otras ayudas económicas ha sido primordial durante este periodo, del mismo modo que proporcionar pautas educativas, especialmente en el caso de los y las adolescentes.
En todo momento se ha asegurado la protección y el seguimiento de los y las menores, actuando en aquellos casos en los que se sospechaba una situación de desamparo, posibles negligencias por parte de los progenitores o personas tutoras, maltratos o abusos, entre otras cuestiones.
Toda esta labor ha debido realizarse bajo las restricciones de movilidad decretadas, por lo que el Ayuntamiento adaptó rápidamente el tipo de atención para poder realizarla de manera telemática asegurando en todo momento la continuidad del servicio.
En total, el equipo de atención psicológica y socioeducativa ha realizado más de mil llamadas telefónicas, un centenar de intervenciones por WhatsApp, 29 vídeollamadas y casi medio centenar de atenciones presenciales. Además, se difundieron cinco vídeos de apoyo psicológico en los que se trataban diferentes cuestiones, como el cuidado de los cuidadores o el acompañamiento a personas mayores.
Junto a estas atenciones, también se han realizado 323 trámites, relativos a ayudas sociales, como los vales de alimentación o el cheque de lactancia, el servicio de atención domiciliaria o las Prestaciones Económicas Individuales (PEIs) para casos de emergencia, al tiempo que se han seguido tramitando los expedientes de Dependencia y de la Renta Valenciana de Inclusión, entre otros.
Una labor coordinada
El trabajo realizado desde Bienestar Social siempre se ha caracterizado por su estrecha colaboración de otras áreas municipales, asi como por su gran nivel de coordinación con otras instituciones, asociaciones y actores sociales, un requisito imprescindible para poder detectar las situaciones de riesgo, atender los casos de manera veloz y derivar aquellos que lo precisen a la entidad pertinente.
Ante el estado de alarma, esta relación se ha intensificado aun más si cabe, reforzándose la relación con los centros educativos, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, el Centro de Salud, el Centro de Día, las áreas de Educación, el Consejo Independiente de Protección de la Infancia o la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (USMI), así como otras asociaciones del municipio.