El aumento de contagios pone en duda un nuevo curso totalmente presencial
(EFE).- A la espera de lo que decidan Gobierno y comunidades en la reunión del próximo día 27, crece en la comunidad educativa la inquietud sobre cómo será la vuelta a las aulas, pues el aumento de contagios por coronavirus puede hacer que las autoridades fijen un curso escolar que no sea totalmente presencial.
«Los máximos expertos sobre el tema de la pandemia dicen que será muy difícil que el curso sea presencial. Tememos que habrá que volver al teletrabajo, pero habrá que ver qué dicen el día 27 de agosto los máximos responsables educativos», ha señalado a Efe el portavoz del sindicato de docentes STES, José Luis López Belmonte.
Precisamente, la presencialidad o no en las aulas ha provocado este jueves discrepancias entre el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero (PP), contrario a iniciar el curso con una modalidad cien por cien presencial, y el vicepresidente regional, Ignacio Aguado (Cs), partidario de ello por el «varapalo económico» que supondría «condenar» a miles de familias a dejar su trabajo para cuidar a sus hijos.
Aunque algunos de los escenarios previstos por las comunidades ante este «curso covid» ya establecen que las clases podrían ser semipresenciales, es decir, una educación mixta, presencial y «online» o presenciales por turnos y días alternos -también se contempla para las universidades-, aún no está cerrado como será.
Madrid, junto con Navarra, dará la salida al calendario escolar el próximo día 4 de septiembre para los más pequeños y tiene encima de la mesa la convocatoria de una huelga de docentes ante la falta, aducen, de medidas higiénico sanitarias claras en la comunidad.
Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, ha criticado este jueves al Gobierno ante la situación de «incertidumbre» en la que están las familias debido a la «incompetencia» para planificar el comienzo del nuevo curso escolar.
«Ninguna familia española sabe qué va a ser de sus hijos en el inicio del curso», ha lamentado el presidente de los populares, que ha asegurado que «la indolencia» de Ejecutivo puede provocar que «toda una generación de niños tenga un retraso educativo».
La presencialidad es una petición unánime de la comunidad educativa tras el parón de las clases el pasado mes de marzo, pero parece cobrar fuerza la idea de que quizá no sea posible.
Así, también el consejero de Sanidad de Extremadura, José María Vergeles, ha afirmado que estas dos semanas son «muy importantes» para «vencer» el incremento de la incidencia acumulada de coronavirus y que el curso escolar pueda comenzar de forma presencial.
También Aragón ha especificado la apuesta por la mayor presencialidad; sin embargo, no descarta la posibilidad de clases semipresenciales a partir de tercero de la ESO.
Y Murcia ha dado a conocer este jueves el plan autonómico y ha pasado de la presencialidad anunciada en julio a la semipresencialidad.
Con el modelo semipresencial, la asistencia en infantil y primaria en Murcia sería presencial cuatro días por semana en los grupos que sobrepasasen los 20 alumnos por aula y en 1º y 2º de ESO cuando sobrepasen los 24 alumnos por aula.
En 3º y 4º de ESO la atención educativa será semipresencial con días alternos de asistencia al centro (2 o 3 días semanales), lo que rebajará la presencia del alumnado en el centro al 50 %.
Mientras, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha abogado por empezar el curso escolar de forma presencial, porque sería «un batacazo que España se resignara» a no comenzarlo.
De momento, desde el Ministerio de Educación el único documento publicado y que puede servir de guía para las comunidades, «Medidas de prevención, higiene y promoción de la salud frente a covid-19 para centros educativos en el curso 2020-2021, del 22 de junio», establece:
«Se garantizará la asistencia presencial de todo el alumnado. Si fuera preciso priorizar la asistencia de parte del alumnado, por la evolución de la pandemia, se mantendrá la presencialidad en los niveles y etapas inferiores (hasta los 14 años)».
Por su lado, los docentes aseguran que solo con un incremento de las plantillas se podría asegurar la presencialidad en las aulas, manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 metros.
Según STES, la suma de nuevos docentes de refuerzo anunciada por las comunidades hasta ahora apenas llega a 25.000 frente a los 84.000 de Italia.