Jesús, Javi e Isabel: políticos que viven con naturalidad su homosexualidad
Cantantes, actores y actrices, presentadores y presentadoras, cineastas, son muchos los sectores profesionales en los que hombres y mujeres reconocen abiertamente su condición sexual. En el mundo de la política cada vez son más los que dan un paso adelante, viviéndolo con naturalidad y dando visibilidad al colectivo LGTBI.
Por ello, El Meridiano ha hablado con tres políticos que muestran con “honestidad” su homosexualidad y cuentan como ha evolucionado la sociedad en estos últimos años.
Nuestros protagonistas son: Jesús Monzó, alcalde de Catarroja; Javi González “Viza”, concejal de Albalat dels Sorells e Isabel García, exdiputada provincial de Valencia.
Jesús Monzó
El alcalde de Catarroja considera que la sociedad ha avanzado en el tema de la diversidad sexual “y aunque la condición sexual se ha hecho visible en muchos ámbitos, todavía hay niños y niñas que viven su situación de diferencia con agonía”, denuncia Monzó. Si bien es cierto, “que se ha avanzado en el terreno legislativo y en la visibilización. Muchos artistas, periodistas o cantantes dan muestras de familias de todo tipo y creo que eso ayuda, pero tengo cierto miedo a las últimas corrientes homófobas de los grupos de ultraderecha que están surgiendo en los últimos tiempos”.
A nivel particular el alcalde declara haber tenido “suerte” en su infancia y adolescencia por estar rodeado de amigos y familia que siempre le han apoyado, ambos, pilares fundamentales en el proceso de desarrollo y reconocimiento de la sexualidad. “Es un proceso psicológico que se suele vivir en la adolescencia. Primero, debe aceptarse uno mismo y después, exteriorizar los sentimientos. Lo más importante es que cada persona se desarrolle de manera libre para ser feliz”.
Monzó destaca como una de las claves de la evolución de la sociedad en este ámbito la ley de matrimonio homosexual de 2005 que ha conseguido los derechos de este tipo de unión.
En cuanto a lo trascendente que puede ser el entorno, para el alcalde de Catarroja crecer en un entorno liberal ayuda mucho en el desarrollo de la persona. “Será más fácil para el individuo manifestarse en un entorno más abierto”, resalta. “Cuando una persona se hace fuerte es muy difícil que te ataquen. Te atacan, pero no te hacen daño”. A esta situación, “contribuye el hecho de aceptarse uno mismo y ser aceptado o respetado por tu entorno familiar y de amigos, siendo reforzado a su vez en el ámbito escolar”, señala.
Vivir en un pueblo o en una ciudad sigue siendo importante en el desarrollo de la persona, pero Monzó remarca “que la globalización ha hecho que la visión de las personas que viven en los pueblos vaya cambiando”.
En cuanto a los estereotipos sobre la homosexualidad con los que hay que acabar, Monzó apunta unos cuantos: “que a los homosexuales no les gusta el fútbol; que los niños homosexuales juegan con muñecas; que la mayoría de homosexuales son peluqueros; que a todos les gusta la moda, que todos los homosexuales son sensibles…homogeneizar un colectivo es un error”. No obstante, “los nuevos referentes Jesús Vázquez, Ricky Martin o Pablo Alborán están consiguiendo romper moldes que se han ido creando con el tiempo de manera interesada, sobre todo, desde una visión muy machista”, indica.
El edil de Compromís manifiesta que para él es importante ser transparente con su orientación sexual, “de esta manera creo que ayudo a mucha gente a llevar su proceso con naturalidad. En mi vida ha sido importante tener referentes y para mí es muy difícil no vivir con naturalidad lo que soy y lo que siento. En definitiva, creo que es esencial que la gente vea que detrás del político hay una persona y una transparencia”.
Monzó asegura que ha sentido rechazo por parte de otros partidos que no han aceptado que hable con “libertad” sobre su homosexualidad. “Me han criticado por acudir a actos religiosos y al mismo tiempo colgar en el Ayuntamiento la bandera del orgullo gay”.
El alcalde de Catarroja también ha dedicado unas palabras a la Iglesia que piensa que debe adaptar su discurso a los nuevos tiempos.
En cuanto a la importancia que tiene realizar una mayor pedagogía en los centros educativos, Monzó, que además de alcalde es docente, resalta esto como un aspecto clave a mejorar. “Es importantísimo que el profesorado reciba formación. Que se dejen de celebrar los días del padre o de la madre y se celebren los días de la diversidad familiar”. Ha subrayado este “como una asignatura pendiente que deben trabajar desde la administración tanto en los centros públicos como privados, donde se debería exigir neutralidad y pluralidad en el respeto hacia la diversidad sexual”.
Javi González “Viza”
El concejal del PP del municipio de Albalat dels Sorells piensa que la sociedad ha evolucionado mucho, sobre todo, en la última década “que ha dado pasos agigantados”. “Ahora la gente lo tiene un poco más fácil, ya no se te señala como el mariquita del pueblo”, afirma. De pequeño, no tuvo ningún problema, ya que él no se consideraba homosexual o al menos no era consciente de ello. Decidió “salir del armario” con 24 años y hasta entonces había tenido relaciones con chicas.
Javi González creé que influyó en el desarrollo sobre su orientación sexual el hecho de que siempre ha estado muy vinculado al mundo taurino, un sector tradicionalmente “machista”. Reconoce que en la adolescencia en ocasiones pensaba que le gustaban los hombres, pero se autoengañaba desterrando el pensamiento.
En cuanto al lugar donde naces, González asegura que en un entorno rural es más complicado que en una ciudad, donde hay más gente diferente y hay más libertad. En un pueblo “nos conocemos todos y escuchamos comentarios que nos pueden condicionar”, asegura Javi.
El entorno familiar también es muy importante, los padres de “Viza” aceptaron bien la situación cuando su hijo les confesó su homosexualidad. “A mi madre le impacto porque yo había tenido novias y un día le presenté a mi pareja, un chico, que entraba en mi casa como amigo. Ella reaccionó rápido y me mostró su apoyo. El hecho de tener novio fue lo que me motivó a dar el paso, quería vivir cosas con él sin esconderme”, destacó.
Pese a la barrera de la edad y de la educación, tanto su padre como su madre aceptaron la decisión del concejal. También piensa que ayudó a la rápida aceptación de sus padres el hecho de que no solo afirmara ser homosexual sino que los progenitores conocieran a su pareja. “Soy gay y éste es mi novio”, son las palabras con las que dio un paso adelante.
El concejal señala que pese a la evolución continúan existiendo prejuicios y tópicos sobre la homosexualidad, como por ejemplo, “que al gay le gusta sentirse mujer, le encanta la moda o tiene pluma”.
Javi González creé que un político hoy en día no tiene problemas de vivir abiertamente su homosexualidad, aunque pertenezca a un partido conservador como es el PP. “Hace diez años la cosa hubiera sido diferente. Antes era muy complicado ver un alcalde gay, ahora hay un porcentaje elevado de alcaldes y concejales homosexuales”, resalta. Además, destaca que hacer visible la homosexualidad de forma natural desde la esfera política ayudaría a reeducar en este sentido a la sociedad.
Nunca ha sentido rechazo por parte de compañeros de partido o de la oposición, todo lo contrario. En esta línea, destaca como en 2019, el equipo de gobierno de Albalat dels Sorells, formado por Compromís y PSPV, le propuso realizar el pregón del Día del Orgullo Gay.
Para “Viza” uno de los puntos claves para seguir evolucionando sería normalizar en las aulas y en todas las materias la homosexualidad de una manera natural. Un ejemplo, “incidiendo en los diferentes tipos de familia que se pueden dar hoy en día”.
Isabel García
El caso de Isabel García ha sido más complejo que el de los anteriores. La exdiputada provincial del PSPV-PSOE es un poco mayor que ellos y ha sufrido una suerte diferente. A los 13 años se dio cuenta de que le gustaban las chicas, “eran los años ochenta, no había referentes ni podías preguntar a nadie porque de eso no se hablaba”, cuenta García. Durante la adolescencia llegó a pensar que era la única lesbiana de la isla de Gran Canaria, de donde es natural. En su caso, hizo una huida para delante, se casó con un chico y tuvo un hijo, “pero al final no lo puedes ocultar. Yo quería vivir en pareja, pero con una mujer”, afirma. La exdiputada considera “que ahora es más sencillo porque está más normalizado, se habla de ello en la opinión pública, en las series, en la televisión y hay referentes como Jesús Vázquez, Jorge Javier Vázquez o Paloma del Río”.
En cuanto a la influencia que puede tener a la hora de vivir la sexualidad con libertad el hecho de nacer en un lugar u otro y el entorno familiar. Isabel asegura que es un condicionante, “en una ciudad pasas desapercibido hay asociaciones, entidades y más gente con la que relacionarte y compartir. En municipios pequeños es más complicado porque estás controlado y observado, y mucha gente actúa ante lo desconocido con agresividad”. Con respecto a la familia también manifiesta que es muy importante contar con su apoyo. “En mi caso a los 25 años dejé la isla y dejé mi vida para cortar con aquello que a mis padres les iba a hacer daño. En el 94 me marché y se lo dije a mis padres en el 2005. Me fui a trabajar a Barcelona y durante esos años, de cara a mis padres, tenía una doble vida, les decía que estaba conociendo a algún chico cuando no era así. Incluso en el trabajo también lo ocultaba por miedo al rechazo”.
En lo que se refiere a los tópicos que habría que desterrar respecto a la homosexualidad, García destaca que en las parejas de lesbianas hay muchos roles que nada tienen que ver con la realidad: “como que siempre hay una que hace el papel de mujer y otra de hombre; que las parejas de lesbianas tienen muy poco sexo; que la que tiene el pelo corto es más masculina que la otra o que las lesbianas no son femeninas”.
Hablando de si es difícil para un político “ser transparente” con su condición sexual, la exdiputada opina “que debe serlo porque la mayoría de la gente que lo es no sale del armario, piensan que les puede afectar electoralmente”. Algo que ella no comparte, “ya que uno debe ser honesto consigo mismo y segundo porque la clase política es un altavoz para normalizar y servir de referente a otras personas”.
Isabel también ha sentido incomprensión en alguna ocasión por parte de otros políticos, “una vez me dijeron que yo estaba en listas de mi partido por cubrir la cuota del colectivo”.
Por último, haciendo hincapié en que se podría mejorar en los centros educativos, García estima “que cada vez se habla más de diversidad en todos los aspectos de la vida y también en los centros escolares”. Cuando estaba en la Diputación empezaron a realizar charlas del colectivo LAMBDA en los colegios, pusieron en marcha las bibliotecas de colores… la diversidad comenzaba a hacerse presente, pero creé “que hace falta centrar más el mensaje porque las lesbianas seguimos siendo la parte marginada del colectivo. Los hombres gay son más visibles, también empezaron antes. En los últimos años el colectivo trans también está muy visibilizado, pero ¿quién habla de las lesbianas?, nosotras estamos doblemente discriminadas primero por ser mujeres y después por ser lesbianas, y si encima son de color, gitanas o con discapacidad más aún”.