La recuperación de espacios en l’Horta
Desde hace ya al menos más de una década muchos son los municipios de l´Horta que apuestan por tener en su patrimonio de edificios públicos espacios que se puedan reconvertir en lugares de ocio y disfrute en todos los sentidos para los vecinos. Así pues, polígonos, fábricas de índole privada, edificios protegidos o espacios de BIC son ahora los puntos de mira de los Ayuntamientos.
Espacios reconvertibles, edificables y rehabilitados para uso público y ampliación del patrimonio municipal. Podemos poner de ejemplo el Palauet de Nolla de Meliana en el que se recepcionaron las obras de rehabilitación para uso cultural y de ocio. En el paraje se han realizado bodas, conciertos de carácter íntimo no masificado, exposiciones y charlas entre otros. Todo este proyecto tuvo su proceso desde abril del 2019 y se alargaron un poco más de lo previsto por la situación del estado de alarma con motivo de la Covid-19. El Palauet de Nolla es uno de los edificios patrimoniales más importantes del municipio y de la comarca y, junto con la fábrica anexa, fue cuna del mosaico Nolla, el pavimento industrial de final del siglo XIX y mitad del siglo XX, que tuvo una expansión comercial de alcance. Esta fue la primera intervención integral y en profundidad y hoy por hoy es ejemplo a seguir de rehabilitación de espacios para los vecinos y de interés turístico al estar rodeado de huerta.
Recientemente se puede hablar también de la compra de la casa dels Artillers de Foios por parte del ayuntamiento para darle un uso de índole cultural, y desde junio forma parte del patrimonio de la localidad. Este proyecto costó 800.000 euros y se llama así por el nombre que recibe por la familia propietaria, conocida en Foios por la fortuna conseguida a principios del siglo XX gracias al negocio de la exportación agrícola.
La casa de estilo modernista está situada en la avenida Hugo Bacharach junto a otra idéntica. Se cree que fue en 1905-06 cuando el patriarca familiar mandó construir estas dos casas gemelas para sus dos hijas. Una de ellas sigue estando habitada por descendientes de dicha familia, pero la otra se puso a la venta hace unos cinco años, aún se pueden ver las fotografías en el anuncio de una inmobiliaria, y desde entonces el consistorio la puso en el punto de mira de posibles inversiones.
Pese a que ya se produjeron varios acercamientos entre el ayuntamiento y la familia propietaria, finalmente ha sido este verano cuando el consistorio con sus cuentas saneadas ha podido hacer frente al coste. Esta casa que cuenta con un gran jardín en su parte trasera ha servido ya de espacio para la celebración de Escènia y varias presentaciones de libros y actuaciones culturales. El edificio es uno de los proyectos más ambiciosos y de disfrute cultural que tienen los vecinos de la comarca.
Otro municipio en este caso de l´Horta Sud es Picanya que ha reconvertido el Motor de Giner del Siglo XIX en un espacio sociocultural. El ayuntamiento ha empezado las obras de este elemento ornamental que adquirió el año pasado dentro del conjunto de L´Hort de les Palmes. El proyecto está financiado con más de 300.000 euros dentro del Plan de Recuperación y Resiliencia.
Su uso no está del todo determinado pero de momento permitirá aglutinar diferentes servicios municipales y otras actividades locales así como punto de reunión o sede de diversas asociaciones del municipio, y así, al mismo tiempo que se disfruta se conserva correctamente uno de los iconos más preciados de esta pequeña localidad. Pero sin embargo y uno de los focos más importantes donde ahora se centran las miradas es en el espacio de Alboraia – Patacona Vinival.
La rehabilitación de este espacio marcará un antes y un después en los proyectos futuros de l´Horta Nord. Este proyecto ambicioso de años conllevará en un futuro una transformación urbana al cien por cien. Estos trabajos están definidos como una apuesta fuerte por la defensa del sistema medioambiental y económico por su impacto. El proyecto abraza el desarrollo sostenible y sociocultural de Valencia y toda su área.
Un proyecto ambicioso que cuenta con un total de 37.000 metros cuadrados de espacio libre y 15.000 metros cuadrados de jardinería y un total de más de 3.500 metros cuadrados de huertos urbanos. Para hacer posible este barrio se ha contado con la participación de cientos de vecinos donde se ha debatido que tipo de entorno prefieren o espacios necesarios para la implantación de este nuevo espacio-barrio.
La recuperación del patrimonio, también el industrial, es sin duda un claro ejemplo de sostenibilidad, de protección del entorno y también de su historia.