Arranca en Mislata la Escuela de Verano que atiende a 150 niños de familias necesitadas
Tras las elecciones municipales, la medida estrella de muchos de los nuevos gobiernos ha sido abrir los comedores escolares en verano. El de Mislata fue de los primeros ayuntamientos de España en abrirlos. Lo hizo por primera vez hace tres años y, desde entonces, la actividad se ha repetido cada vez que han llegado las vacaciones, no sólo las de verano, sino también las de Navidad o Semana Santa. Y lo que al principio fue un comedor social de emergencia ha ido evolucionando hasta convertirse en una escuela de verano más, con cinco horas de actividades de ocio.
El colegio El Cid de Mislata ha abierto hoy las puertas a 150 niños y niñas coincidiendo con el primero de julio. La mayoría no se conocían porque son de colegios distintos, pero han participado juntos en juegos y talleres en el patio, agrupados por edades y supervisados por monitores. Unos pintaban, otros cantaban y los más mayores hacían deporte.
Después han pasado al comedor para compartir mesa y bandeja. El menú de hoy constaba de ensalada, macarrones con tomate y atún, pescado con verduras y de postre, yogur. Poco antes de las tres han recogido una bolsa con la merienda y el desayuno de mañana y han salido ordenadamente del colegio para irse a casa con sus padres. Hasta mañana a las diez y media.
La del colegio El Cid es como cualquier escuela de verano, pero es mucho más que eso, ya que va dirigida a los niños y niñas de las familias que peor lo están pasando en Mislata. El objetivo, en palabras del alcalde, Carlos Fernández Bielsa, es “que ningún niño de Mislata se quede sin comer ni un solo día, porque ellos no pueden pagar las consecuencias de esta crisis. Y si además juegan y se divierten como cualquier otro niño en cualquier otra escuela de verano, pues mucho mejor».
Bielsa ha visitado hoy el colegio El Cid acompañado del concejal de Bienestar Social, Ximo Moreno. Ambos han saludado a los 150 escolares de Infantil, Primaria y Secundaria que participan en el proyecto, los mismos que durante el curso disfrutan de la beca municipal de comedor. Además, han estado sirviendo la comida junto al resto del equipo de Bienestar Social que organiza este proyecto social.