Guillermo Luján incide en la urgencia de desviar el barranco del Pozalet-Saleta que atraviesa Aldaia
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, pone el foco en el barranco del Pozalet-Saleta, tras el trágico episodio del 29O, pide «visibilizarlo y diferenciarlo del barranco el Poyo» y reincide en «la urgencia de su desvío».
El barranco del Pozalet-Saleta, es la rambla «invisible» que, tampoco se ha librado de las trágicas consecuencias de la DANA del pasado 29 de octubre. Un cauce polémico, cuyo desvío se ha reclamado, desde hace más de 40 años, por los distintos gobiernos locales, ya que atraviesa, de lado a lado, Aldaia. La localidad de l’Horta Sud sufre desbordamientos en cada episodio de fuertes lluvias y mantiene en vilo constante a sus vecinos. En esta última ocasión ha ido más allá y, por primera vez, ha provocado daños personales y cuantiosos daños materiales, en el conjunto poblacional.
Sobran motivos para que el alcalde Guillermo Luján, diecisiete días después del fatídico episodio, vuelva a reclamar la máxima visibilidad a la rambla, junto a su rigor científico, «para diferenciar el barranco del Poyo y el de la Saleta y reclamar su desvío del casco urbano».
«En estos últimos días, en Aldaia late, más que nunca, nuestra repetida reivindicación. Los alcaldes y alcaldesas de los últimos 40 años hemos visibilizado el problema, alertando que un día pasaría algo grave. Lamentablemente ha pasado, la invisibilidad ha provocado que pasemos del miedo a un dolor irreparable», lamenta Guillermo Luján.
Por otra parte, tras conocerse en las últimas horas, que la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) envió numerosos correos electrónicos al Centro de Coordinación de Emergencias de l’Eliana, entre las 5:33 de la mañana del fatídico día 29 y las 23:18 de la noche, Aldaia denuncia «desinformación» hacia su municipio. El alcalde revela que no recibió ningún comunicado sobre la situación del barranco que atraviesa la localidad, de punta a punta. «Se está hablando en todo momento del barranco del Poyo, que no discurre por Aldaia», matiza. El primer edil, que mantuvo ayer una reunión con responsables del departamento de Urbanismo municipal para estudiar lo sucedido en la provincia y sus derivas en Aldaia, subraya la gravedad del apagón informativo, «por desgracia, somos un pueblo con cultura de inundaciones y estamos preparados para proteger a la ciudadanía de los peligros del desborde de nuestra rambla, que se inunda una o dos veces al año. De habernos avisado, podríamos haber evitado, al menos, los daños personales», subraya. Por este motivo, el alcalde exige, a partir de ahora «rigor científico y una mirada definitiva al sufrimiento permanente de la población».