Picanya ya no cuenta con espacio para guardar más libros donados y pide que no se envíen más

La solidaridad no cesa de llegar a Picanya en forma de libros, gracias a una bonita iniciativa que lideró una vecina de la población, Núria Collado, y que se hizo viral hace pocas semanas. Núria quería intentar que los días de los niños y niñas de Picanya a través de historias, novelas y cuentos pudieran ser más llevaderos, «permitiéndoles evadirse de la realidad de la barrancada».

Cinco días después de lanzar la petición, esta vecina de Picanya tuvo que solicitar que pararán de mandar libros, ya que llegaban a la población cada día centenares. Por ello, anegados de cariño y solidaridad, ruegan que los envíos cesen. «En estos momentos estamos desbordados por la cantidad de ejemplares que siguen llegando a diario. Tenemos cuatro bajos repletos de libros, por lo que pedimos que dejen de enviar. Eso sí, agradecemos la respuesta de la ciudadanía, pero sintiéndolo mucho tenemos que parar.», manifiesta Núria.

Por su parte, el Ayuntamiento, no tardó en dar gracias por las donaciones, pero también declaró que no pueden guardarlos al estar todas las instalaciones municipales ocupadas.

Por ello, habrá que esperar y atender a los afectados en su demandas para que todo pueda fluir y se pueda recuperar la normalidad cuanto antes.