Malkop, testigo de la Dana en Aldaia, abre de nuevo

No hacía ni un mes que el innovador restaurante Malkop de Aldaia abría sus puertas en un mítico local gastronómico de la calle San Miguel, 55B. La dana del 29-0, les sacudió, sin llegar a devastar, gracias a estar construido con un poquito de altura y disponer de una rampa de acceso que igual que recibía la ola de barro la evacuaba. Aún así, sus propietarios Mikel y Shamara han sufrido -como tantos negocios locales- las consecuencias. Las suficientes como para tener que reponer algunos de los enseres del restaurante recién estrenado, limpiar a fondo el lodo y fango y tener que paralizar la actividad empresarial, como tal, hasta esta semana. Y decimos como tal, porque este rinconcito de cocina vanguardista también pasará a la historia de la dana, por haber servido de cueva de cariño, humanidad y solidaridad. A través de los amigos de Miki: Luis Valls y Edu Torres; uno de ellos al frente de los fogones de «El Poblet» de Denia, les contactó el chef José Andrés, gracias al cual activaron su cocina, en solo unos días. Desde la dañada calle San Miguel han salido diariamente 3.000 raciones de comida para voluntarios y afectados por la dana. Cuenta el joven, agradecido y emocionado, que el popular cocinero ha aportado su granito de arena mientras ha durado la solidaridad; José Andrés ha corrido con algún gasto mensual del mantenimiento y ha sufragado la materia prima con la que han preparado las miles de raciones diarias. De esta manera Malkop, no ha cerrado sus puertas y no es el único negocio de Miki damnificado, tiene un estanco que también sufrió el tsunami.

Malkop, un destino inevitable

El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, quien acudiera a la inauguración del local de Miki y Shamara -el pasado 4 de octubre- ha vuelto esta semana para interesarse por ellos. Allí ha conocido el periplo que han vivido, comprobando que la ilusión sigue intacta y encontrando un restaurante precioso, cálido y muy navideño.
Malkop es un destino inevitable para los amantes de la buena comida y de las experiencias memorables, que ya afronta la campaña de Navidad, a la que sus dueños auguran un balance positivo, aunque no dejan de manifestar su preocupación por lo que vendrá tras el 6 de enero. «El que menos ha perdido en Aldaia ha sido un coche, somos conscientes de las dificultades por las que pasa ahora la gente, pero confiamos que la solidaridad que hemos demostrado sea compartida y que se nos devuelva viniendo a disfrutar a nuestro restaurante».

Pilar Moreno