La Diputación, contra el machismo en el fútbol
Si hay alguien que ha vivido en primera persona la desigualdad de género son las mujeres que practican deportes tradicionalmente practicados por hombres, caso del fútbol. “En algunos campos nos han mandado a fregar y a cuidar a los niños, entre otros comentarios machistas, pero aquí seguimos porque nos apasiona el fútbol”. Son palabras de Marta Peiró, jugadora del Valencia CF.
Marta es profesional, al igual que sus compañeras del Valencia CF y del Levante UD, pero a diferencia de sus homólogos masculinos, es consciente de que tiene que labrarse un futuro para sobrevivir. Lo explica la también valencianista Georgina Carreras, que en el tiempo libre que le deja el fútbol es fisio a domicilio y monitora de comedor: “tenemos que luchar en el día a día mucho más que un hombre, no sólo en el tema deportivo sino en el ámbito del trabajo”. Y su compañera Marta cuantifica ese esfuerzo extraordinario: “una mujer tiene que luchar un 200% más para cumplir el mismo objetivo que un hombre”.
El mensaje de ambas jugadoras lo recoge el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez: “es evidente que hay una discriminación en el deporte femenino y que las instituciones valencianas no podemos ser ajenas a esa realidad”. La Corporación provincial, a través del área de Igualdad que dirige la diputada Isabel García, ha puesto en marcha distintas líneas de actuación para trabajar en la búsqueda de la igualdad efectiva sobre la que el presidente basa su acción de gobierno.
“Nuestra responsabilidad es visibilizar el fútbol femenino y que estas chicas tengan ayudas a la altura de las que tienen los equipos masculinos”, señala Isabel García, cuya gestión al frente del área de Deportes se centra en el fomento y promoción del deporte base, participativo y femenino.
La Corporación provincial no sólo presta ayudas a clubs y deportistas, tanto de base como de élite; también es patrono de la Fundación Levante UD y ha colaborado con los dos principales equipos de fútbol de la ciudad en distintas campañas de sensibilización social contra la violencia de género. Una lucha real que busca que las mujeres que practican deporte no sientan esa rabia a la que hace alusión la jugadora del Levante UD Clara Marín: “hacemos lo mismo que los hombres, pero no se nos reconoce. La diferencia la marca la sociedad”.
El caso de su compañera Sonia Prim refleja la realidad de muchas mujeres que están en la élite del fútbol femenino. A sus 32 años, sigue en activo “porque disfruto entrenando y me hace feliz”, aunque tiene claro que “cuando acabe esta temporada me tendré que buscar las habichuelas para poder vivir”. Afortunadamente, algo está cambiando, como demuestra la presencia de 8.000 personas en el estadio Ciutat de València en el derbi disputado recientemente entre los dos equipos de la capital. La media de asistencia a un partido de fútbol femenino es de 300 personas.