Javier Parra. Concejal portavoz de EU en el Ayuntamiento de Paterna.
A priori, la noticia de la llegada una multinacional como Amazon a nuestro municipio muchas personas pueden verla como una oportunidad para crear nuevos puestos de trabajo y reducir en desempleo en el municipio y en toda la zona. De eso intentaron convencernos con proyectos fracasados como Puerto Mediterráneo -que de momento hemos logrado frenar-, y será el caso ahora de la multinacional de comercio electrónico Amazon. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, sino todo lo contrario. Es innegable que el comercio a través de internet está cada vez más presente en la vida diaria de la gente. Productos a los que es difícil acceder en el comercio de proximidad quedan al alcance de la mano con apenas unos clicks de ratón o desde el propio teléfono móvil. El problema llega cuando la comodidad del click de ratón y el deslumbramiento de un gigante como Amazon, nos impiden ver las consecuencias demoledoras que tienen proyectos como este en el comercio local, los productores de la zona, los puestos de trabajo, y la riqueza de nuestro territorio.
Es evidente la necesidad para el comercio local de adaptarse al nuevo paradigma en el que el comercio electrónico adquiere un papel protagonista. Sin embargo, no olvidemos que gran parte del comercio local ya tiene plataformas de venta por Internet. El problema es cuando aparece en escena un gigante como Amazon y lo fagocita todo imponiendo sus condiciones. Una pequeña tienda- al contrario que una multinacional -apenas tiene márgenes para poder tener ganancias con la venta de sus productos y poder pagar sueldos, alquileres, impuestos, etc. Además, no olvidemos el papel que el comercio local juega a la hora de dinamizar la vida social y cultural de nuestros barrios, y como el debilitamiento del tejido económico y social de ciudades como Paterna las van convirtiendo poco a poco en ciudades dormitorio.
Hasta hace poco, las principales amenazas del comercio local eran las grandes franquicias y centros comerciales, así como las cadenas de tiendas que implantaban las multinacionales en casi cualquier rincón de las ciudades. Pero con la llegada de Amazon se unen todas las amenazas al mismo tiempo. Es necesario que los ciudadanos, antes de aplaudir la llegada de la multinacional, sepan que el plan de Amazon (que ha denominado Dragon Boat) es convertirse definitivamente en una plataforma de transporte y de logística a nivel mundial, destruyendo a los intermediarios y tomando el control absoluto de cada producto que vende, desde su salida de la fábrica y todo el proceso hasta su llegada al manos del comprador. Pero que nadie piense que esto hará que los pequeños productores tengan en Amazon una oportunidad para mejorar su margen de beneficios, o incluso que pudiera repercutir en la reactivación del tejido productivo de nuestro territorio. Nada más lejos de la realidad. Los pequeños productores, al igual que el pequeño comercio y los intermediarios serán borrados de un plumazo ya que la producción (de bienes de todo tipo, incluyendo la alimentación) se concentra cada vez más, y son menos empresas (normalmente extranjeras), con empleados en peores condiciones laborales, y donde los beneficios salen del país.
Acabar con el pequeño y mediano productor, liquidar el comercio local, y dejar todo el poder de la producción y la distribución en manos de multinacionales como Amazon, es condenar a muerte, no solo la economía local, sino nuestra propia soberanía como pueblo y como país. Si no le ponemos freno a esta dinámica, en no demasiado tiempo tendremos apenas a un click de ratón la posibilidad de tener en nuestra casa en apenas unas pocas horas cualquier producto que necesitemos. El problema es que quizá en nuestra cuenta corriente no haya con qué pagar el producto que necesitemos, y quizá tampoco podamos pagar nuestra conexión a internet, porque no tengamos a final de mes un salario digno con el que poder vivir, porque ya no quedarán comercios de barrio en los que trabajar (las multinacionales las habrán liquidado), fábricas en las que producir (todo será importado de fuera), alimentos que cultivar (hasta nuestras naranjas vendrán de otros paises). Como mucho podremos arrodillarnos para que cualquier multinacional nos pague una miseria a cambio de trabajar 12 horas sin apenas derechos laborales… En nuestras manos está cambiar las cosas.
Relacionado