El PP de Albal denuncia que las obras de renovación de tuberías del agua incumplen la normativa vigente
El Ayuntamiento de Albal está realizando unas obras de reposición de tuberías del agua potable y ampliación de aceras en unas calles de la población. Para ello, se ha realizado una contrata con una empresa, cuyos trabajadores incumplen la normativa vigente en prevención de riesgos laborales. Martillos neumáticos picando aceras y radiales cortando pavimento por operarios
sin gafas protectoras ni cascos que protejan el oído del inmenso ruido generado por esta actividad. Para el PP, «lo peor es que nadie vigila el cumplimiento de la legalidad vigente, ni siquiera el ayuntamiento, último responsable en caso de accidente laboral».
Los Populares de Albal expusieron esta situación en el pleno municipal del pasado jueves, a lo que el alcalde, Ramón Marí, echó balones fuera y respondió que “no es función del ayuntamiento vigilar que se cumpla la normativa en riesgos laborales, que no tenía otra cosa que hacer este ayuntamiento, que para eso está el coordinador de la obra”.
En palabras del portavoz popular, José Ferrerons, “es de vergüenza que el alcalde desconozca su responsabilidad, puesto que en caso de accidente el ayuntamiento es el máximo responsable”. Para Ferrerons, “lo peor es que, una vez conocida la denuncia expresada por nosotros, anunciase que no pensaba ni actuar ni vigilar para que la Ley se cumpla en una empresa adjudicataria del propio ayuntamiento, demostrando lo poco que le importa a Ramón Marí la salud laboral de los trabajadores”.
Los Populares de Albal aseguran que “si el ayuntamiento no actúa responsablemente tendremos que presentar la correspondiente denuncia en Trabajo ante la inacción de Ramón Marí y su equipo de gobierno”.
Peligro para los peatones
Además, las obras dejan a los peatones desprotegidos ante el tráfico que circula por esas calles, especialmente el final de la calle Mauro Guillén, que acoge tráfico de salida de la población junto a peatones que acuden, principalmente, al instituto de la población. En palabras de Ferrerons, “los peatones sortean los vehículos ante la falta de un pasillo habilitado al efecto con vallas que los separe del peligro. La desidia y la falta de vigilancia de las obras por parte de Ramón Marí pone en peligro la integridad física de los trabajadores de la obra y de los vecinos que pasan sin protección frente a los vehículos”.