Iván Ortolá, de Puçol, campeón de España de motociclismo a sus 13 años
Con cuatro años, Iván Ortolá ya subía en moto, con cinco corría a 70 km/hora, con once empezó a competir con una Kawasaki de 65 cc y ahora, recién cumplidos los trece, ha logrado vencer en las siete primeras pruebas del Campeonato de España de Velocidad, por lo que ya es campeón antes de correr la última carrera. Si a finales de octubre vence en Jerez habrá hecho historia: será el único motociclista que lo haya conseguido. Su aspiración: ser como Rossi y ganar el Mundial.
La carrera de Iván Ortolá no es fruto de un día, ni de la suerte, ni de los contactos, ni de la herencia familiar, aunque de todo ello hay algo, porque todos esos factores son tan necesarios como la suerte, la constancia, el esfuerzo y la dedicación para conseguir un hito no conseguido hasta ahora por ningún corredor joven: ganar todas las pruebas de un Campeonato de España de Velocidad.
Su padre, Antolín Ortolá, no recuerda haberlo visto gateando y mucho menos andando, “tengo la imagen de Iván con un patinete y sobre todo la de él yendo a todas partes con un correpasillos. Nunca estaba quieto”.
Con cuatro años descubrió su primera moto, de juguete, claro; con cinco, Iván ya circulaba a 70 km/h en una mini moto de la escuela KSB; con seis, recorría media España participando en pruebas de la liga de escuelas; a los diez se subió en su primera moto; y unos meses después, con once años, ya competía con una Kawasaki de 65 cc.
Pero fue con doce años cuando su carrera como motociclista dio un vuelco: Jorge Martínez Aspar fue a la escuela KSB, se fijó en Iván y apostó por él, llevándolo a su equipo, el MRW Junior Aspar Team.
“Fue entonces cuando empecé a competir de verdad, con una moto de velocidad”, recuerda Iván. “Eso fue en 2016 en las pruebas de 85 GP, donde subí cinco veces al podio, pero no logré ganar ninguna carrera”.
Cinco podios y cuarto en la general en su primer año. No fue un mal debut para un novato. Un novato al que pronto bautizaron como Pepino 48 por su fecha de nacimiento, el 4 de agosto.
Pero en 2017 todo ha cambiado. Iván ha vencido en las siete carreras que se han disputado hasta el momento: Valencia, dos en Alcarraz, Alcañiz, Montmeló, Los Arcos (Navarra) y Albacete. Siete pruebas, siete victorias. Y ya es campeón de España desde el verano. Falta a finales de octubre el circuito de Jerez de la Frontera. Si obtiene la victoria habrá hecho historia. Nadie ha conseguido esa gesta hasta el momento.
“Me encantan las motos y las competiciones desde que empecé con seis años y las pruebas de karting”, apunta el joven corredor nacido en Puçol. “Por eso quiero seguir corriendo y disfrutando de las carreras con las escuelas y también del campeonato de velocidad, hasta llegar a donde pueda… como Rossi, que es mi ídolo”.
El gran Valentino, no está mal como referencia, sobre todo si la suerte de la compaña y, de momento, sus padres están muy tranquilos porque todo va sobre ruedas: ha ido progresando la velocidad, hasta alcanzar los 180 km/h con las motos 85 GP este año en el Campeonato de España de Velocidad (CEV), no ha tenido ninguna caída grave y las lesiones lo han respetado.
Aunque para ello entrena un mínimo de once horas semanales: martes, miércoles y sábado. Sin olvidar los estudios, por supuesto: cursa 2º de ESO y tiene claro que no puede entrenar si no ha finalizado los deberes, así que Pepino 48 primero trabaja en casa y luego acude al circuito a entrenar.
“No podría llevar ese horario sin la colaboración del Colegio Internacional de Levante, en Calicanto, donde estudia”, recuerda su padre, Antolín. “La dirección del centro nos pidió el calendario anual de competiciones y lo dejan salir sin problemas cuando tiene que marcharse algún día lectivo a los lugares donde compite. Están ayudando todo lo que pueden y eso es de agradecer”.
Para seguir la estela de Rossi tiene muchas carreras por delante y muchas decisiones que tomar, la primera de ellas este mismo otoño, cuando finalice la carrera de Jerez como campeón de España: ha de elegir entre seguir la próxima temporada en el CEV, con una pre Moto 3, o dar el salto a los 125 cc con la Talent Cup.