Debate y propuestas electorales para las elecciones autonómicas
Valencia, 18 abr (EFE).- La izquierda valenciana ha defendido la necesidad de que en las elecciones autonómicas del 28 de abril se afiance el cambio iniciado en 2015 y ejecutado por el PSPV, Compromís y Podem en el Pacto del Botànic, mientras que el PP y Ciudadanos han reivindicado un Gobierno distinto liderado por ellos.
Los candidatos a la presidencia de la Generalitat de los cinco partidos que actualmente tienen representación en Les Corts se han pronunciado así en el debate organizado por RTVE a once días de la celebración de las elecciones autonómicas, que ha durado cien minutos y se ha estructurado en cinco bloques.
El president de la Generalitat y candidato a la reelección por el PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha defendido que, si ha funcionado bien el Gobierno progresista, «lo lógico y lo razonable es que continúe gobernando el progreso» y que no se dé un paso «al vacío del pasado» ni hacia la «coalición antiprogreso».
La vicepresidenta del Consell y candidata de Compromís a la presidencia de la Generalitat, Mónica Oltra, ha indicado que el cambio es «imparable» y quieren liderar un nuevo Pacto del Botànic, para lo cual su «carta de presentación» es la «credibilidad» y la gestión que han llevado a cabo en el Ejecutivo valenciano.
El candidato de Unides Podem-EU, Rubén Martínez Dalmau, ha indicado que el 28 de abril está en juego «avanzar o volver al pasado» y ha indicado que ellos son «diferentes» y se deben «a la gente».
Por el contrario, la candidata del PP, Isabel Bonig, ha indicado que en estos comicios solo hay dos opciones: «seguir con la parálisis de la coalición sanchista de izquierdas», su «imposición» lingüística y su «confrontación», o sumarse al proyecto «de ilusión y de futuro» del PP.
El candidato de Ciudadanos, Toni Cantó, ha destacado que el PP «robó» y «manchó» la imagen de la Comunitat Valenciana y el tripartito de izquierdas «prometió mucho y no ha cumplido», por lo que es «esencial» sacarlo del Ejecutivo y espera liderar un pacto como el que Ciudadanos ha alcanzado en Andalucía con el PP.
La actualidad se ha colado en el debate con alusiones a la Operación Alquería, que ha conllevado que el alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez (PSPV), imputado en el caso, haya dejado el partido tras conocerse que la UDEF cifra en cerca de dos millones el coste de contratar a siete personas supuestamente de forma irregular en la Diputación de Valencia.
Cantó ha reprochado al PSPV y a Compromís que hayan «enchufado» a «siete amiguetes» en la Diputación, a lo que Puig ha replicado que «la diferencia» es que su partido actúa cuando hay un problema, «aunque no tenga nada que ver con la corrupción sistémica», porque una cosa son las responsabilidades políticas y otras las jurídicas.
Oltra ha indicado que «lo importante es actuar» y Compromís apartó «desde el minuto uno» a la cogerente de Divaterra de su cargo, y Bonig ha recordado que ha reconocido y perdido perdón por la corrupción del PP y ha indicado que no va a hacer un proceso «inquisitorial» y respetará la presunción de inocencia.
Para Dalmau, este caso evidencia por qué es necesario romper con los «núcleos de corrupción» que eran las Diputaciones y cuya desaparición defienden.
Los partidos han expuesto sus propuestas económicas, como la bajada de impuestos del PP y Cs, sobre lo que Puig ha dicho que es una «contrarreforma fiscal» y Oltra que «cuando las derechas hablan de fiscalidad es para echarse la mano a la cartera», y se han cruzado acusaciones por la falta de una financiación autonómica justa.
Además, Puig ha propuesto que la legislatura que viene se acabe con la prostitución, Oltra ha planteado una nueva ley de Igualdad, Dalmau una Agencia de igualdad salarial, Bonig una auditoría de espera de las listas de espera sanitarias y Cantó un cheque formación, y todos han abogado por avanzar en el pacto valenciano contra a violencia machista.