Activistas de València Animal Save realizan una impactante performance en defensa de los animales acuáticos
El colectivo antiespecista València Animal Save se ha sumado a las jornadas mundiales por el fin de la pesca realizando el pasado sábado un impactante acto de performance en la céntrica plaza de la Virgen exponiendo la realidad de la industria pesquera mientras otras personas activistas repartían flyers y daban información a la gente interesada.
En un comunicado, el colectivo señala que los animales acuáticos son los más olvidados, su sacrificio para consumo humano tiene lugar por toneladas y que los métodos empleados, entre otros, son la lenta asfixia.
Igualmente, exponen que casi la mitad de plásticos encontrados en los océanos provienen de las redes de pesca, provocando la muerte de tortugas y otros animales.
«Hemos realizado este acto con una performance especial por los animales acuáticos y los océanos con pantallas, carteles, máscaras de peces y red de pesca de arrastre auténtica. Los peces y los animales acuáticos en general representan el 95% de las víctimas del especismo, la discriminación por especie a los animales y además, la pesca ocasiona capturas accidentales de muchos animales que se atascan en las redes que se quedan en el mar. Es necesario poner fin a esta injustificable crueldad optando por las alternativas vegetales a los productos del mar», ha explicado María Jesús Puertes, una de las coordinadoras de València Animal Save.
PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES ACUÁTICOS
La bióloga Valenciana Rosa Más explica que, tanto a nivel de crueldad como de impacto medioambiental, la industria pesquera es insostenible.
«Los animales acuáticos se comunican entre sí y, al igual que entre los pájaros, el sonido juega un importante papel en sus vidas. Las vocalizaciones, similares a gruñidos y zumbidos, juegan un papel vital en su comportamiento, incluyendo reproducción, alimentación y defensa del territorio, si bien apenas estamos empezando a apreciar la complejidad involucrada y a tener una idea rudimentaria de lo que está sucediendo en el ambiente acústico submarino», declara.
«Por otra parte, La preocupación por la conservación de los ecosistemas acuáticos es contradictoria con el uso de los animales que en ellos viven, pues la pesca causa graves perjuicios sobre fondos de ríos, lagos y mares; consecuencia de considerar al entorno y a los demás animales como fuente de recursos que solo tienen valor según el beneficio que se pueda sacar de ellos.», zanja la bióloga.
PROMUEVEN EL VEGANISMO COMO SOLUCIÓN
El colectivo volvió a pedir el cierre de todos los acuarios, pues señalan que los animales cautivos en lugares como el oceanográfico no pueden desarrollar sus comportamientos naturales, son duramente entrenados para espectáculos y en su hábitat nadan largas distancias.
València Animal Save es un colectivo con grupos a nivel internacional que promueve la protección de todos los animales y por ello, destacan que el veganismo es la forma de incluir a todas las especies en su protección y explican que las alternativas de hoy en día permiten incluso disfrutar de productos similares para quien así lo necesite e incluso con sencillos productos se pueden elaborar cualquiera de las recetas de siempre.
«La industria pesquera al igual que toda la explotación animal implica el sufrimiento de los animales lo que ya de por sí es motivo más que suficiente para eliminar nuestro apoyo, pero además la crueldad es inmensa y también con ello estamos destrozando la vida en los océanos y en consecuencia, haciendo que la urgencia climática que atravesamos vaya en aumento. Por desgracia, todo esto pasa desapercibido y se normaliza desde la infancia, donde precisamente se debería fomentar el respeto a todos los animales y subsidiariamente al único planeta que tenemos», ha explicado Diego Nevado, portavoz de València Animal Save en la prensa.
Desde el colectivo volvieron a insistir en que no se lleve a cabo la apertura de la granja de pulpos de Gran Canaria y recomiendan visibilizar documentales sobre la industria pesquera como Seaspiracy y lo que el pulpo me enseñó.