Adsuara lamenta que en la desescalada de la Emergencia «no se haya tenido en cuenta la salud mental y la parte social de los más vulnerables»
Casi 5 meses después de que los barrancos se desvocaran y provocaran la gran riada del 29 de octubre de 2024, el conseller de Emergencias de la Generalitat Valenciana, Juan Carlos Valderrama, disolvió hace una semana el Cecopi y rebajó el nivel de emergencia de las 28 poblaciones que todavía se encontraban en nivel 2. Una desescalada que no tardó en ser criticada por los alcaldes de los municipios de l’Horta Sud, como es el caso de Juan Ramón Adsuara, alcalde de Alfafar, que en la última reunión de la semana pasada hizo hincapié en un aspecto que no se ha tenido en cuenta a la hora de rebajar la emergencia, «el área social y la salud mental», aspectos que se deberían tener presentes en la desescalada.
Adsuara lamentó que todavía algunos municipios tienen el 70% de los ascensores bloqueados y sin funcionar, «y cuando en un quinto piso viven dos personas con alzheimer o con diversidad funcional, esta situación afecta y mucho. Por lo tanto, no se si es un indicador o no para bajar el nivel de emergencia, pero creo que la salud mental de las personas y la asistencia psicológica es fundamental, y pienso que no se ha tenido en cuenta la parte social de estas personas que son vulnerables».
El alcalde de Alfafar recalcó que las infraestructuras tardarán más o menos tiempo en recuperar su aspecto, pero que queda mucho trabajo por hacer con las personas y el shock que han sufrido. «Queda tratamiento psicológico para ayudar a los niños que desde ese día no hablan, quedan las personas que llevan cinco meses sin poder salir de casa, creo que estos son situaciones más que suficientes para no bajar el nivel de emergencia del 2 al 1».