Albal y Cáritas compartirán sinergias para ayudar a mujeres prostituidas
La Policía Local asegura que tras la multa a seis puteros se ha disuadido la presencia de estas jóvenes en las zonas industriales de la localidad
«Todas y cada una de las mujeres quieren dejar la prostitución», así se expresó Beatriz Martín, trabajadora social de Cáritas Diocesana de València en la reunión que mantuvo el colectivo con el alcalde de Albal, Ramón Marí. El primer edil ha tenido conocimiento del programa «Jere-Jere», que la entidad solidaria desarrolla con mujeres prostituidas a través del cual les procuran acompañamiento individualizado y despliegan todos los recursos a su alcance para conseguir que puedan salir de este mundo, «están bajo presión de proxenetas y redes de prostitución», denunciaron en Albal. Este proyecto está cofinanciado por la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalitat Valenciana, la concejalía de Igualdad y Políticas de Género y LGTBI – Servicio de Igualdad y Políticas Inclusivas del Ayuntamiento de València y la Delegación del Gobierno.
El socialista Ramón Marí lidera la persecución política contra los puteros, ya ha sancionado a ocho hombres con sanciones de hasta 800 euros, tres de ellos ya la han abonado. Según fuentes de la Policía Local que está comprometida en la lucha, se ha conseguido disuadir la presencia de estas jóvenes en las zonas industriales y en las rotondas. El impacto de este combate contra la prostitución en los medios de comunicación ha dado frutos. Cáritas Albal felicitaba en el encuentro al presidente del Ejecutivo, «desde el ámbito local también se pueden hacer muchas cosas por estas mujeres», matizaron.
En Albal, las mujeres quedan excluidas de la sanción, así se recoge en la ordenanza municipal que el Ayuntamiento aprobó el pasado septiembre. «Están solas y totalmente desprotegidas», lamenta el alcalde que ha dado un paso más en la lucha contra la trata de mujeres y niñas. Para el primer edil, «están en una situación de especial vulnerabilidad y además la población se ha configurado un expositor de jóvenes víctimas de explotación sexual, que además corren el riesgo de acabar como Florina y Yvana», en referencia a las dos chicas que desaparecieron en la población y que fueron halladas sin vida. El último caso fue decisivo en la reacción del primer edil. «No queremos esta imagen para nuestro pueblo ni que las mujeres sufran explotación», reivindica. Su objetivo inicial, como anunciara, era ceder una vivienda, en colaboración con empresas locales, para que estas mujeres puedan fijar ahí su residencia, alejarse de las mafias y emprender una nueva vida. Pero, tras la reunión con Cáritas Valencia y el párroco local, Engraci Bataller, han convenido que no se les dota de seguridad, si viven donde ejercen o ejercían. De esta manera, junto a la concejala de Servicios Sociales Lola Martínez, han acordado trabajar conjuntamente, para compartir sinergias y ayudar a las más de diez chicas que la entidad presume que ejercen en el municipio. Aunque son más si sumamos a las de los pueblos vecinos y las que están prestando servicios sexuales en pisos. Ayudar a través de prestaciones económicas, en el acceso a la vivienda, al sistema sanitario y que consigan su regularización son acciones que van a comenzar a coordinar el Ayuntamiento de Albal y Cáritas Valencia.
El presidente del consistorio ha anunciado que dará traslado de esta reunión a la Mancomunitat de L’Horta Sud, ahora presidida por el alcalde de Sedavi José Cabanes y que, tras su nombramiento oficial ha anunciado que toma el testigo de su homóloga, la primer edil de Benetússer Eva Sanz, en la erradicación de la prostitución y contra la violencia de género. Albal ha sido pionero en la aprobación de la ordenanza municipal que castiga al putero «es un problema de todas y todos».