Alcaldes desbordados piden que los militares tomen el mando, “no hay organización”
Diez días han pasado desde que la Dana cambió por completo la imagen de muchas de las poblaciones de la comarca de l’Horta Sud. La fuerza del agua se llevó a vecinos, dejó las poblaciones sin comercios y con la dantesca imagen de casas destruidas, garajes inundados, calles irreconocibles y lodo por todas partes. Los días pasan pero la situación no mejora al ritmo que vecinos y alcaldes esperan.
Es por eso que los alcaldes y las alcaldesas de la comarca piden una mayor organización. Lorena Silvent, alcaldesa de Catarroja, ha explicado a El Meridiano que “necesitamos que los militares tomen el mando, que son los que saben de catástrofes. Nuestra situación es alarmante, tenemos residuos y lodo por todas partes. Necesitamos una ayuda ordenada y que sean los militares los cojan el mando”.
En la misma línea se expresaba la alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, “necesitamos organización. Somos un municipio y tenemos limitaciones, no somos capaces de coordinar toda la ayuda que ha venido: Policía Local, Nacional, Protección Civil, Militares, ONG, voluntarios… Hay gente que sabe de catástrofes, y son especialistas. Nosotros, los ayuntamientos, tenemos un gran sentimiento de impotencia por esa falta de coordinación. Para mí, la solución es que haya mando único, que asuma la situación y nos coordine».
También el alcalde de Sedaví, José Francisco Cabanes, lamentaba la situación “los cuerpos especializados tenían que haber entrado el primer día, pero ahora mismo, pido a los políticos que no pierdan el tiempo buscando culpables y que busquen soluciones para nosotros y para que esto no le vuelva a ocurrir a nadie”.
También el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, criticaba duramente esa falta de coordinación y medios hasta el punto que “solicitamos la colaboración de las compañías de seguros, para la retirada de los coches que hay inundados en los garajes para poder sanearlos y evitar problemas de salud pública”.
Así están las poblaciones 10 días después de la Dana