Almàssera: Legado del Patrimonio urbano

La importancia de ser, de pertenecer, de sentirse ligado a una historia, a un patrimonio, a una forma de vivir, a unas casas y a una vida. Esto se aprecia en la localidad de Almàssera cuando se pasea por alguna de sus calles, de su casco antiguo, de su zona histórica.

Se intuye una forma de vida, de huerta, de aire de playa cercana, de alquerías y casas valencianas, datadas en su mayoría del XIX y XX, sobre todo aquellas que perduran, que muestran sus fachadas intactas o han sido amablemente rehabilitadas.

Pronto se sabrá exactamente sobre este tesoro, y es que el equipo de gobierno con Joan Carles Jover al frente de la concejalía de patrimonio “estamos elaborando el catálogo patrimonial de Almàssera del que llevamos ya dos años trabajándolo de forma minuciosa”.

Este catálogo sobre el patrimonio podrá dejar entrever más aún la importancia arquitectónica de la localidad más allá de sus alquerías y de su patrimonio paisajístico como es el de la huerta que rodea la población. Yes que Almàssera tiene tres vertientes patrimoniales que ensalzan cualquier paseo por la localidad (paisaje-huerta, patrimonio arquitectónico alquerías, y el patrimonio urbano que es el de este caso). Un análisis que incluso su nombre árabe (Almàssera) nos lleva a pensar en la verdadera esencia de la población.

El catalogo será pues un elemento interesante para conocer los rincones de la localidad, esas casas legado que se han quedado para demostrar la historia; ejemplo de ellas son las casas de fachada elaborada con trencadís (hay dos especialmente conocidas como la casa de los Llopis) que, además de llevar trencadís, se componen de dibujos alegóricos y que muestran la artesanía de la época. En total, hay 4 casas donde se aprecian estos detalles en la fachada. Las casas valencianas que se componen también de otros tipos de “taulell valencià” que se juega con colores vivos, pero algunas de ellas sin embargo no tienen imágenes. En el paseo destaca la zona de la Iglesia o la Plaza (sección 1 según el censo) y calles adyacentes tales como Sant Josep, Colón o Sindicat con casas conocidas como casas a ‘dos mans’ que diferencia las casas de ‘a una mà’.

Las de ‘dos mans’ se componen de entrada de carro y a ambas partes de la entrada dos habitáculos con corral al fondo; mientras las casas de a una mà solamente cuentan con un habitáculo presumiblemente a la parte izquierda. Estas casas se construyeron hasta bien entrado los años 30 aunque, anteriores a estas, figuran las alquerías o casas de huerta o casas de llauradors más extendidas en plena huerta y de las cuales asegura Jover, hay muchas más de este estilo.

Los detalles de las casas son reconocidos tales como dibujos, o resaltan también las ventanas de hierro forjado con dibujos de flores o elementos de la huerta valenciana. También el hierro destaca como elemento para llamar a la puerta de madera y que está confeccionado con pura artesanía. Entre los elementos que componen las diferentes fachadas antiguas o rehabilitadas destaca una, sita en la misma plaza del ayuntamiento, con una estatua de simbología religiosa en lo alto de la casa para posiblemente salvaguardar a sus propietarios.

Son simbologías que conforman una forma de vida, una historia y una idiosincrasia que da identidad  a un municipio y a sus vecinos. Una simbología que hace interesante un paseo por Almàssera.