ANESTESIA PARA LA COMUNICACIÓN
Cura párroco D. Antoni López Quiles, doctor «cum laude» en Filología Catalana.
En el imperio romano, Augur era el sacerdote que interpretaba el vuelo de las aves.Por su parte, Aríspice erael examinador de las entrañas de animales. Para la mitología, por lo tanto, los pájaros ocupan un lugar de doble importancia: son enigmáticos, es decir, son sabios y los augures se encargan de hacernos llegar sus conocimientos. Ellos pensaban que si los pájaros trazan itinerarios «significativos» (es decir, trazan «signos») es porque saben lo que nosotros no sabemos, y ese saber lo transmiten en virtud de una lengua que los augures –los de los augurios– pueden aprender para descodificar y comunicar. De aquí que en Roma fueran tan gastronómicamente cotizados los pájaros que cantan después de que alguien atribuyera al dios Mercurio voracidad a la hora de comer lenguas de pájaros, porque Su Divinidad estaba convencido que ese menú le aumentaba la sabiduría.
En esta sección pretendemos relacionar a los usuarioscon la lengua «oculta», con los significados que tantas veces se nos escapan. Dicho de otro modo, hablaremos convencidos que el dominio de la lengua redunda en beneficio de los usuarios. Comprender bien para comunicar mejor.
Cuando yo estudiaba el ya más que caducadobachillerato (no lo confundamos con bachiller: persona que ha cursado el bachillerato) la asignatura de «lengua» no era una secundaria «maría», sino que gozaba deimagen. Es cierto que algunos profesores no la hacían agradable ni para quienes nos gustaba, pero escribir bien gozaba de buena reputación, aunque se intuía su decadencia.
Ahora me llegan mensajes que me hacen contemplarcon dolor la agonía de la facultad de comunicar; llega el fin de la potencia para comprender y transmitir en profundidad el mundo. Con la ortografía boqueando, la sintaxis malherida, la semántica hecha arapos, la sinonimia diezmada, y las figuras retóricas pudriéndose en el estercolero del desprecio, serà difícil superar esa penosa situación. Urgencia por restituir a la sociedad, el gusto porla escritura de calidad, que históricamente se llamaba ars bene scribendi (el arte de escribir bien; la elegancia de la palabra..
Esta sección va, pues, de vibrar con la lengua que nos alimenta el conocimiento, de entusiasmarnos con lacalidad en la expresión, con el deseo de bucear en laprofundidad de la sabiduría y de la belleza, convencido de que hay recuperación si ponemos pasión para acercarnos a la sabiduría que ha estimulado muchas derivadas, entre las cuales os propongo ésta, humilde pero apasionada y sin sacarina que lz edulcore. Lo ejemplifico, si un cronista escribe sobre los exploradores de los Andes, y dice «subimos a las montañas jadeantes», comprendemos que las montañas emiten jadeos o que son así llamadas, aunque el participio de la frase hable de los exploradores. Mejor, «subimos jadeantes a las montañas», o «subimos, a las montañas, jadeantes», con sus comas ¿no les parece? Y dicen que el orden de los factores no altera el producto !Ay, sintaxis!. Para facilitarlo, les formularé una pregunta en cada entrega. Sin duda, en las gramáticas y los diccionarios encontrarán la respuesta pertinente, pero no les quepa duda que si las meditan antes de consultar las herramientas al uso todos ganaremos.