Avivament, un festival para pensar por cuenta propia
La programación de la segunda edición del Festival de Filosofía Avivament, que tendrá lugar del 6 al 9 de junio. Un festival que, precisamente, «quiere devolver la filosofía a las calles», como ha apostillado Marc Borràs, jefe de Producción y Difusión del MuVIM, «sacándola de las aulas universitarias en las que se ha refugiado o la han recluido los poderes públicos». Porque, aunque «ha sufrido el acoso de los poderes públicos, que apuestan por saberes más instrumentales, la filosofía sigue gozando de buena salud», ha concluido Juan Arnau.
El festival nació el año pasado como una apuesta «arriesgada» —según ha reconocido Everilda Ferriols, presidenta de la Asociación València Pensa que co-organiza el Festival— que sin embargo se vio refrendada por el éxito de público: cerca de 800 personas asistieron a las distintas conferencias y casi 3.000 participaron en el total de actividades del Festival. «Eso confirmó que nuestra intuición había sido acertada —ha añadido— y por eso este año hemos apostado por una programación todavía más ambiciosa que amplía su radio de acción: además del MuVIM, también hay actividades programadas en el Espai Joan Fuster de Sueca, el teatro Rialto, la Llibreria Ramon Llull o el Café Revolter». Además, todas las actividades del festival son gratuitas.
Y es que esta segunda edición cuenta con destacadas figuras del pensamiento filosófico más actual, muchas de ellas mujeres. La filósofa catalana Marina Garcés ofrecerá, el jueves 7 de junio a las 19h en el MuVIM, la ponencia inaugural del Festival. Por su parte Remedios Zafra, ganadora de la última edición del Premio Anagrama de ensayo, hablará el sábado 9 de junio —también en el MuVIM, a las 18h— del perverso binomio entre trabajo creativo y precariedad laboral que tan presente está en el actual mercado de trabajo. El protagonismo femenino ser rubricará con una conferencia de la profesora Ana de Miguel quien, el viernes 9 de junio a las 18h en el MuVIM, explicará por qué «sin feminismo no hay revolución» posible hoy en día.
Filosofía y modernidad
«Es evidente que un centro como el MuVIM, que se reivindica como un museo de ideas y espacio de debate, tenía que sumarse a esta iniciativa» ha asegurado Marc Borràs, para quien la filosofía ha jugado un papel vertebral en el nacimiento del mundo moderno: «el primer gesto verdaderamente moderno es el cartesiano», ha apuntado. «Descartes no estaba dispuesto a creerse nada de lo que le dijeran los demás si él mismo no comprobaba, usando su propio raciocinio, que era cierto».
Eso dotó al individuo moderno de una autonomía y autoridad sin precedentes. Pero hoy en día ese mismo individuo está desorientado, en un mundo en cambio constante y acelerado del que le llega un alud de información difícil de digerir. «Y por eso la filosofía sigue siendo tan importante hoy en día —ha apuntado en este sentido Everilda Ferriols. Porque ofrece herramientas analíticas que nos permiten entender mejor el mundo que nos rodea y aprender, por ejemplo, a saber leer los periódicos e interpretar las noticias. A decodificar mejor los tantos mensajes que nos llegan cada día».
Pensar por cuenta propia
«Las actividades del MuVIM pretenden empoderar a sus visitantes, ofrecerles instrumentos para comprender mejor el mundo moderno, y por eso el festival Avivament encaja tan bien en la política que seguimos desde el museo a la hora de confeccionar nuestra programación», ha insistido Borràs. Porque «si no piensas tú, otros lo harán por ti».
Y es que la filosofía, durante el último siglo, «ha querido convertirse en una ciencia», ha afirmado Juan Arnau, «pero nació pegada a la vida diaria, comprometida con la realidad más inmediata y directa. Se trata de recuperar ese espíritu eminentemente práctico con el que nació en India y Grecia». Parte del ostracismo al que está actualmente condenada la reflexión filosófica «es culpa de los propios filósofos», según Arnau, «que han preferido refugiarse en sus torres de marfil académica antes que bajar a la plaza pública a debatir los problemas que más preocupan a la ciudadanía».
Ahora, con este festival, sus promotores quieren que la filosofía salga a la calle en busca de un nuevo público —valencianopensante— dispuesto a pensar por cuenta propia. A que nadie piense por él.