Beneficios de usar bolas chinas antes y después del parto
Si estás pensando en ser madre, antes de quedar embarazada es muy conveniente que empieces a hacer uso de bolas chinas, así como después del parto. Por el contrario, mientras dure el embarazo no están aconsejadas las bolas chinas, pero sí que es recomendable mantener fuertes los músculos de tu suelo pélvico con otra serie de ejercicios.
Después del parto, el cuerpo de la mujer sufre numerosos cambios. Sobre todo a lo referido a los músculos de la región pélvica, ya que éstos suelen debilitarse durante este periodo sino se trabajan mientras mediante otras técnicas.
Es importante rehabilitar estos músculos para evitar otro tipo de complicaciones.
Soluciones para las consecuencias del parto
Los nueve meses de embarazo y el parto vaginal son dos situaciones que ejercen una presión considerable sobre los músculos pélvicos.
El parto vaginal causa contracción y estiramiento de los músculos del suelo pélvico, debilitándolos y dañándolos. El suelo pélvico está formado por los músculos que sostienen la vejiga, el útero y el recto.
Las consecuencias más comunes que vienen con el debilitamiento del suelo pélvico son:
1. Incontinencia urinaria.
2. Incomodidad durante las relaciones sexuales.
3. Prolapso uterino: Caída de órganos como la vejiga, el útero o el recto.
Para todo ello, las bolas chinas son un recurso muy beneficioso para recuperar el dominio muscular y manejar o evitar las consecuencias mencionadas anteriormente.
La función rehabilitadora de las bolas chinas después del parto
Estas bolas chinas consisten en dos bolas ligeras que se introducen en la vagina detrás del músculo del ano. En otras palabras, las colocas en el mismo lugar que un tampón.
Son una excelente opción, puesto que al insertarlos en tu vagina, obligas a tus músculos pélvicos a contraerse pasivamente.
Si las usas continuamente, esta área de tu cuerpo se hará más fuerte progresivamente.
¿Cuándo se deben utilizar?
Siempre es mejor consultar con tu ginecólogo. Como regla general, debes esperar al menos 40 días después de dar a luz.
Si se realizó una episiotomía para facilitar el nacimiento de tu hijo, debes esperar hasta que la herida esté completamente curada.
El procedimiento es muy sencillo y consta de tres pasos:
1. Antes de la inserción, asegúrate de lavar las bolas con jabón neutro. Luego aplica lubricante a la primera bola para facilitar su inserción.
2. Inserta las bolas en tu vagina, cuando lo hagas, elige una posición que sea cómoda para ti. Las bolas deben insertarse de la misma manera que un tampón, dejando el cordón fuera para su posterior extracción.
3. Una vez insertadas, levántate y camina. Este movimiento hará que las bolas tiendan a caer, lo que a su vez creará una contracción muscular a medida que tu cuerpo trata de retenerlas.
Al principio, puedes intentarlo con una sola bola durante unos minutos. Luego se aumenta gradualmente el tiempo hasta que el proceso se convierte en un hábito.
Si no puedes realizar el ejercicio de esta manera, simplemente puedes permanecer acostada. Esta posición aún hará que los músculos pélvicos se contraigan.
Si no puedes mantener las bolas dentro, entonces asegúrate de consultar a tu ginecólogo para que te examine y te recomiende un tratamiento.
Cómo elegir y dónde comprar
Hay una gran variedad de bolas chinas disponibles, por lo que puedes elegir diferentes tamaños y materiales. Lo ideal es que estén hechas de silicona hipoalergénica para evitar cualquier riesgo de reacción alérgica.
El mejor lugar para comprarlos es en la farmacia, ya que de esta manera te aseguras que han pasado los controles sanitarios necesarios.
Conclusión
El debilitamiento de los músculos que sostienen los órganos pélvicos es una consecuencia común del parto que afecta a muchas mujeres. La flacidez de estos órganos es una consecuencia común de este debilitamiento muscular, al igual que la incontinencia urinaria.
Siempre es muy recomendable consultar con su ginecólogo antes de comenzar cualquier tipo de tratamiento.