Disparan con perdigón a un gato en La Cañada y lo dejan paralítico
Blacky era un gato cariñoso que le gustaba mucho salir de su casa, pero “siempre volvía” cuenta Teresa, su dueña, “pero el pasado día 12 de agosto salió y no volvió. Nos extrañó mucho porque él siempre volvía. Aquella noche dejamos incluso la puerta del comedor abierta por si aparecía, pero no lo hizo. Así que a la mañana siguiente salí con los perros a buscarlo y en seguida, muy cerca de mi casa, los perros empezaron a ladrar. Estaba en otro chalet, que casi nunca hay gente, pero tuve la suerte de que la chica de la limpieza estaba en ese momento y me abrió. Dimos una vuelta y encontramos a Blacky en el jardín hecho una bolita”.
Teresa relata que al llegar a casa “lo dejamos en el suelo y vimos que no podía andar y se arrastraba. Nos fuimos rápidamente al veterinario, le hicieron una placa y un Tac con contraste, y nos dieron la mala noticia. Llevaba un perdigón alojado en la columna que le había seccionado la médula. Estuvo ingresado en el hospital y después de unos días nos lo pudimos llevar a casa”.
El día a día de Blacky ha cambiado muchísimo. Le cuesta mucho desplazarse, lo hace arrastrándose con las patas delanteras. No puede hacer sus necesidades solo y son sus dueños los que le tienen que ayudar, y además, su carácter también ha cambiado y hay momentos “que es más arisco”.
La familia de Blacky presentó una denuncia ante la Policía Nacional y también ante la Policía Local de Paterna. “Queremos que se investigue y saber quién ha sido, y más teniendo en cuenta que no es un caso aislado. Al gato de un vecino cercano también le dispararon no hace mucho tiempo, a él se le quedó el perdigón alojado muy cerca del corazón”.
Para Teresa, “la situación es muy grave. Estoy convencida de que iban a por mi gato si no hubiera sido ese día hubiera sido otro. En el veterinario nos comentaron, por el tipo de perdigón que tiene mi gato, que se disparó como muy lejos a 15 metros de Blaqui, y una vez le dieron el gato ya se quedó paralítico y no se movió. Es decir, creemos que mi gato estaba en el jardín donde nos lo encontramos y alguien de un chalet cercano le disparó desde arriba».
Al sufrimiento de la familia de Blacky se suma el coste económico. Desde que se produjo la situación la familia lleva gastados más de 1.000 euros en cuidados y visitas a veterinarios. El próximo día 30 de septiembre la asociación El Perro Descalzo va a hacer un mercadillo y lo recaudado será para ayudar a los gastos de salud de Blacky .
Más denuncias
No es la primera vez que aparecen gatos con disparos de perdigón en La Cañada. “Han aparecido también gatos envenenados» y el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) ya presentó el pasado mes de febrero una denuncia en la Policía Nacional por “presuntos delitos de maltrato animal” en La Cañada ya que varios vecinos encontraron gatos con órganos afectados por disparos con armas de aire comprimido, uno de ellos con un perdigón alojado en la nariz.