El alcalde de Alboraya solicita una reunión con la Confederación Hidrográfica de Júcar tras enviarle la petición conjunta de 5 municipios
Miguel Chavarría avanza en la limpieza del Barranco del Carraixet tras varias peticiones y actuaciones durante los últimos años y el compromiso de Alboraya para colaborar
El Ayuntamiento de Alboraya continúa elevando la fuerza de su petición sobre la limpieza y el mantenimiento del Barranco del Carraixet a la Confederación Hidrográfica del Júcar. El alcalde, Miguel Chavarría, ha solicitado a la entidad una reunión urgente para abordar el tema que es objeto de preocupación entre vecinos y vecinas y sobre el que ya se ha actuado en diversas ocasiones.
La llamada a reunión se produce después de liderar Alboraya el envío de una petición conjunta de 5 municipios que miran al paraje natural: Alboraya, Tavernes Blanques, Almàssera, Bonrepòs i Mirambell i Vinalesa. Esta solicitud ya tenía por objetivo elevar la fuerza tras la reclamación anual de Alboraya para dar una solución a una demanda vecinal constante.
Chavarría pretende eliminar las cañas que a día de hoy abundan en el Barranco a su paso por Alboraya, una vegetación invasora que, si bien no hará tapón en caso de riada debido a los cimientos de los puentes que atraviesan el Carraixet por la localidad, impiden que la vegetación autóctona crezca. Estas plantas propias de la Comunidad Valenciana son las que permiten mantener la tierra húmeda y sana, garantizando el drenaje constante del agua.
Con la reunión, Alboraya quiere reactiva la limpieza, dentro del marco de la Llei de l’Horta que marca las directrices para mantener la flora y la fauna y no destruir un ecosistema que contribuye a combatir el cambio climático y las causas de la última DANA, que paralizó la Confederación en marzo de 2023 tras una mala fecha para actuar, en la época de anidación de las aves. No es la única vez que se ha trabajado en el Barranco a petición del Ayuntamiento de Alboraya: Demarcación de Costas ya adecuó la desembocadura en el año 2022 y el Consistorio asumió las labores de mantenimiento de las motas tras un acuerdo y cesión de competencias con la Confederación en el mismo año.