El Ayuntamiento de Albal traslada las quejas de los usuarios por la gestión del centro de salud e inslata haimas
El alcalde Ramón Marí y la concejala de Sanidad, Anna Duato, se reunieron ayer con la Coordinadora Maria José Mejías, para abordar los problemas del colapso sanitario provocado por el Coronavirus, con el objetivo de mejorar la atención a los enfermos de la localidad
El caos sanitario provocado por el Coronavirus ha generado una importante oleada de quejas en los Centros de Salud que son elevadas por parte de la ciudadanía y, a diario, a su Administración más próxima, los Ayuntamientos. Pese a que los consistorios no tienen la competencia en esta materia, los pacientes exigen al Gobierno Local que medie y trate de resolver el malestar. El enfado viene motivado, mayoritariamente, porque la atención sanitaria se produce en el exterior del ambulatorio, por su consiguiente falta de intimidad, por el colapso de las líneas de teléfono que retardan la consecución de las citas y la resolución de sus problemas de salud.
Albal no es ajeno a este problema y por este motivo, el alcalde Ramón Marí junto a la concejala de Sanidad, Anna Duato, mantuvo ayer un encuentro con la Coordinadora del Centro de Salud, Maria José Mejías, para abordar in situ la situación. La reunión, como la atención de los pacientes, tuvo lugar en la calle. El mandatario y Mejias coincidieron en la gravedad del momento actual, «la pandemia lejos de remitir ha rebrotado y esto unido al colapso de pacientes y la nueva organización en la atención sanitaria complica todo». La Coordinadora rogó empatía a los vecinos y vecinas, se sienten desbordados, están en primera línea de batalla desde el inicio de la crisis sanitaria y en el caso de Albal ya sufren alguna baja laboral entre su personal debido a la presión y estrés a las que están sometidos. El primer edil, que entiende la indignación vecinal y asegura que va a ser contundente exigiendo mejoras, trasladó a Mejías y a todo su equipo, el reconocimiento y agradecimiento, «no es cuestión de darles jabón sino de ser solidarios y justos con los profesionales que están salvando nuestras vidas exponiendo las suyas», dijo.
La visita tenía un doble objetivo. Como se aproxima el invierno con sus lógicas inclemencias metereológicas, el municipio quiere adelantarse a este hecho que vendrá a hacer más incómoda la atención y la prestación. El consistorio va a instalar haimas que quedarán abiertas por los lados, que protegerán a los pacientes del frío y lluvia, al tiempo que otorgarán mayor intimidad, no serán espacios cerrados para evitar los contagios. Para ello, el propio Marí y la edil Duato midieron el exterior del centro ambulatorio para cuantificar cuántos cobertores caben teniendo en cuenta que hay que dejar paso a las ambulancias y facilitar el acceso a las personas con movilidad reducida.
Mejias trasladó al alcalde la necesidad urgente de disponer de una unidad más de estas casetas para la practica de las pruebas PCR que según informó se han incrementado mucho en los últimos días. Esta petición ha sido resuelta hoy mismo, la Brigada de Obras municipal la ha instalado a las de la mañana y ha quedado ubicada junto a la puerta por se donde accede a las consultas pediátricas.
Cabe señalar que Albal ya había dado solución al calor del verano colocando un toldo en la calle peatonal del consultorio desde se realiza el triaje de los enfermos.
Para Ramón Marí, «lo mejor para esta enfermedad es no enfermar, por ello estamos poniendo todos los recursos a nuestro alcance para prevenirla, evitar los contagios y ofrecer una sensación de tranquilidad y control a la ciudadanía albalense que lleva meses sufriendo la incertidumbre y el miedo a un virus que no quiere irse», ha concluido.