El Castell Palau d’Albalat dels Sorells, la joya gótica de l’Horta Nord
Si abrimos los ojos y nos situamos enfrente del Castell d´Albalat dels Sorells, podemos casi imaginar una vida medieval. Esta joya enclavada en medio de l´Horta Nord hace recordar aquella vida medieval, feudal, de señoríos, y estilo gótico. Así se muestra esta joya fortificada, esta casa señorial gótica del siglo XIV.
Su estilo es conocido como generalmente se llama “estilo gótico catalán civil”. De planta cuadrada y 22 metros de altura y con cuatro torres bien delineadas en el skyline actual de este pequeño municipio valenciano se muestra lo que fue una residencia fortificada. Bien repartida con un patio central descubierto con obra de tapia mixta o valenciana, varias estancias, comedor y cuadra o caballerizas para los animales además de una bodega o celler y el característico pozo que movía el sistema hidráulico del feudo además de varias estancias para comer y dormir. Cabe destacar la escalera de honor elegante como pocas dentro de este estilo de castillo palacio. Las columnas son esbeltas y sus arcos apuntados te hacen viajar a la época del estilo gótico por excelencia. Además de ellos disponía de un huerto “hort” que hacía de ella las delicias de la tranquilidad de una vida apacible y a la vez señorial. Mateu Rodrigo profesor de Historia en la Universidad de Valencia y gran amante y estudioso del Palau nos acompaña y relata en este paseo por los entresijos de una de las casas feudales y posterior palacio más simbólicas que posee l´Horta de València. Mateu nos adentra de lleno. “Desde su construcción siempre ha sido una residencia fortificada para defenderse. De hecho, se aprecian las aspilleras, algunas de ellas adaptadas para armas de fogueo”. Mateu aclara que “durante la guerra y la posguerra, el Castell Palau sirvió en casos concretos para detener o retener a los enemigos de cada época, pero nunca se utilizó como cárcel”.
La casa señorial estuvo construida siempre con 4 torres que lo hacían cuadrado pero el paso del tiempo tres de ellas se derrumbaron. Ahora con la cantidad de trabajos realizados se pudieron reconstruir de nuevo la otras tres dando así diversas modificaciones en su estructura interna como por ejemplo la cubierta de terrazas interiores que existían a cielo abierto. Así las torres se tuvieron que elevar.
Mateu señala que “su arquitectura está muy bien hecha” y nos relata que “el mosen Tomás Sorell compró el feudo en 1481 a la familia que había heredado el feudo después del reparto de las tierras hecho por Jaume I”. Fue a finales del siglo XV cuando se construyó lo que sería el famoso palacio señorial de Albalat. Un verdadero paseo sin salir de Valencia que te traslada a los origines más arraigados de nuestros antepasados, donde las paredes casi hablan y te cuentan su historia, su paso del tiempo y sus orígenes.
Mejoras
Ahora el Palau está en proceso de unos trabajos que permitirán conocer un poco más a fondo este edificio joya de l´Hort Nord.
El alcalde de la localidad Nicolau Claramunt explica que “la primera fase de las obras consta de la eliminación del gotelé y la pintura del techo y recuperar los muros de la tapia. Se ha tratado la madera y se está consolidando todo el muro que ha aparecido en la parte de atrás”. Además, añade que “la otra obra que será más adelante consistirá en la recuperación del pavimento original que recuperó Mateu el historiador ‘els taulellets de roses’ que en los años 70 Mateu guardó. Él fue quien los vio en una montaña de escombros y los fue recuperando y se han guardado los que mejor estado tenían. Se han clasificado con su ayuda y con la ayuda de otro vecino de Albalat, Miguel Hurtado, y la idea es volverlos a poner en el piso el Palacio simulando el que fue su dibujo original. El valor de las obras es de poco más de 100.000 euros”.
Un pasado, que vuelve al presente y se quedará por muchos años en el futuro, más todavía cuando se sabe que hay vecinos de la localidad orgullosos de su castillo y de que prevalezca lo mejor conservado posible a lo largo de los siglos. Una joya, enclavada en medio de la huerta que te embriaga de la dulce historia de lo ha que ha sido y ahora es Albalat dels Sorells.