El Club de Historia Puçol disfruta del Día de los Museos

El Club de Historia Puçol nació con una charla mensual en noviembre de 2016. Un año después se realizó la primera visita guiada, a la Valencia gótica. Fue un punto de inflexión que multiplicó el interés por las actividades paralelas. Aunque comenzaron siendo trimestrales, pronto las visitas se convirtieron en una actividad mensual, como las charlas. Y la última en sumarse a la programación fue la tertulia mensual, con participación directa del público y varios invitados.

Consolidada la programación mensual con charla, visita y tertulia, las variaciones en los últimos años han venido con propuestas para los colegios, exposiciones ocasionales y alguna actividad especial para grupos reducidos.

En febrero de 2024, de la mano del presidente Manuel Muñoz (que había venido al club a presentar su libro «La cuarta casa»), una veintena de amigos del club visitamos la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Acostumbrados a las visitas de un día completo, con comida en el pueblo que visitamos y con 60 personas en el autobús, la posibilidad de una visita de pocas horas con apenas 20 participantes abría la puerta a otro tipo de propuesta.

 

Y «El día de los museos», en mayo, ha sido una segunda experiencia en esta línea: la mañana del sábado recorriendo juntos cuatro lugares emblemáticos de Valencia, con algunos apuntes a la entrada y salida de cada museo, a cargo de colaboradores del club, y visita libre en unos locales rotulados y preparados para el visitante autónomo.

El sábado 18 de mayo comenzamos el paseo en Museo Nacional de la Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, con una introducción a cargo de María Romero. Conocido popularmente como el Palacio del Marqués de Dos Aguas, con una fachada barroca llena de simbolismos y con amplias colecciones de cerámica, carruajes, pintura… es un edificio que necesita al menos un día para poder disfrutarlo a fondo.

Pero el paseo fue muy atractivo, con mucho público, aunque la amplitud del edificio hace muy difícil las aglomeraciones. La presencia de distintos medios de comunicación promocionando el día de visitas gratuitas a museos permitió que, además, apareciéramos los componentes del club en los informativos de La Sexta, con imágenes y alguna declaración incluida.

El paseo continuó por la iglesia de San Martín, donde pudimos comprobar in situ las marcas ajedrezadas de las que nos había hablado Tortajada en su charla «M, la amenaza secreta». La casa natalicia de Joaquín Sorolla, la iglesia de los Jesuitas y la fachada posterior de La Lonja nos permitieron disfrutar de algunos detalles aparecidos en otras charlas recientes.

La segunda parada fue la plaza del Tossal, con introducción a cargo de Sabín. Las tres murallas de la ciudad (romana, musulmana y cristiana), su función y forma de construcción fue el tema tratado. El museo no abría por la mañana, aunque algunos se acercaron por la tarde para ver por dentro no solo la muralla musulmana, también la exposición que actualmente exhibe.

Y un nuevo paseo nos llevó a La Beneficencia, donde el encargado de presentar los dos museos allí alojados fue Ximo Soriano. Una introducción a la historia del edificio, sus distintos usos a lo largo del último siglo (alguna de las acompañantes había estudiado allí en su época infantil) y unos apuntes básicos prepararon el terreno para la doble visita libre.

Aunque, en realidad, fue una visita más o menos organizada: primero, L’Etno (Museo Valenciano de Etnología de la Diputación de Valencia), ese moderno y atractivo local lleno de inventiva que nos permite recorrer la vida de los valencianos en el último siglo de una forma innovadora. Por algo fue premiado en 2023 como mejor museo europeo.

Y, para finalizar la mañana, las tres plantas del Museo de Prehistoria y de las Culturas de Valencia, que recorrimos en orden cronológico inverso: desde la planta superior —donde habíamos acabado con la visita a L’Etno— hasta la planta baja, o lo que es lo mismo: desde los visigodos, pasando por romanos, griegos, fenicios, íberos, cartagineses… hasta finalizar en la prehistoria.

Ambos museos también necesitan como mínimo un día para disfrutar a fondo de sus colecciones de restos arqueológicos, sus propuestas didácticas, sus proyecciones y su abundante información. El paseo, eso sí, sirvió para conocer «los originales» de algunos lugares donde el Club de Historia Puçol ya ha estado… y el más buscado para las fotos fue sin duda el guerrero de Moixent, cuyo origen ya habíamos visitado hace un par de años en el poblado de La Bastida de les Alcusses.

Finalizada la «visita oficial», aún hubo algunos que se animaron a comer en el MUVIM, para visitar por la tarde algunas de las exposiciones, en especial la Sala Pinazo, que, además de bocetos y pinturas del maestro, alberga un enorme lienzo de la muralla musulmana. Y, ya puestos, los más valientes se atrevieron con el otro lienzo de muralla que se puede visitar en El Tossal y que estaba cerrado por la mañana.

Un día completo, con visitas gratuitas, sin demasiados datos, solo pequeñas introducciones para situarnos en cada espacio y disfrutarlo cada uno a su ritmo.

Una fórmula ideal para pasear con otros ojos por Valencia.