El Departamento de Salud de Manises edita una guía de juegos y juguetes recomendados para niños con autismo y daño cerebral
El Departamento de Salud de Manises ha editado una nueva edición de la Guía de Juguetes recomendados para la población infantil con Trastorno del Espectro Autista y Daño Cerebral elaborada por la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil y que recoge una serie de juguetes que son útiles para favorecer el desarrollo de estos niños. La guía, disponible en la web del Hospital de Manises, también incluye un apartado para favorecer las habilidades de los más pequeños con dispositivos electrónicos como «tablets», IPAD o móviles. «El juego es fundamental para los niños con TEA y Daño Cerebral ya que a través de éste se puede ayudar a potenciar habilidades como motricidad fina, flexibilidad mental, respeto de normas, creatividad o la interacción con otros niños», explica Virginia Pérez, coordinadora de la Unidad.
Este guía de juguetes pretende ser un instrumento para papás con niños con TEA y Daño Cerebral, y a la vez, ofrecer consejos a las familias sobre los juguetes y juegos que fomentan el desarrollo infantil en las diferentes áreas y etapas evolutivas. «Desde la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil recomendamos, especialmente para bebés, juguetes de causa-efecto que estimulan el inicio de adquisición del lenguaje y formación de conceptos, juegos que facilitan la estimulación de sentidos, juguetes que favorecen la motricidad gruesa y el movimiento o, aquellos que mejoran el agarre de objetos», señala Virginia Pérez.
Favorecer la motricidad y el nivel sensorial
Otra de las recomendaciones de la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil, es elegir juguetes que favorezcan la motricidad, tanto gruesa como fina. Actividades como recortar figuras, ensartar cuentas o enroscar-desenroscar favorecen la motricidad fina; mientras que patinetes, saltadores, chutar el balón, bicis o bolos, permiten al niño conocer su cuerpo y sus posibilidades, mejorando la flexibilidad, la tonicidad, la agilidad o el equilibrio. En la guía también se apuesta por juguetes que incentiven el desarrollo sensorial que permitan al niño recibir información de su entorno y de su propio cuerpo y dar respuestas adaptadas a las condiciones del medio como, por ejemplo, juguetes vibrantes.
«Otro de los aspectos que recomendamos a los padres es la apuesta por juguetes que favorezcan la comunicación y el lenguaje, la lecto-escritura, la adquisición de habilidades conversacionales o el aprendizaje de conceptos ya que los niños con TEA o Daño Cerebral presentan problemas en estas áreas», explica María Jesús Lluch, logopeda de la Unidad. En la misma línea, los profesionales del Departamento de Salud de Manises recomiendan juguetes que favorecen el aprendizaje de conceptos, como puzles o juegos de construcciones, que ayudan a comprender y desarrollar las capacidades visoconstructivas; o juegos de reglas y estrategia que ayudan a comprender y respetar turnos, tiempos de espera o aceptar las victorias y derrotas. Además, en la guía se recogen juegos y materiales que permiten a los niños simular la vida real y adquirir roles como comprar o cocinar o aquellos que desempeñan diferentes profesiones o situaciones.
Aprender desde la ‘tablet’ o el móvil
Por último, la guía también recomienda a los papás algunas aplicaciones de juegos para tablets y móviles. Así, se incluye una relación de aplicaciones ofertadas en el APP Store/Play Store para dispositivos táctiles de Apple/Android, tanto gratuitas como de pago, aunque estas últimas a precios reducidos. «Dependiendo de las características del niño, su nivel madurativo y las habilidades que pretendan reforzarse, podremos elegir aquella que más le pueda interesar. Por supuesto, el aspecto motivacional del pequeño hacia dicho juego o aplicación será fundamental para garantizar su participación», explica Mª Jesús Lluch, logopeda de la Unidad. Todas las aplicaciones recomendadas han sido probadas en el contexto terapéutico.
Los aparatos tecnológicos, como las tablets o los móviles, resultan muy atractivos para los niños en general. Los niños con TEA o Daño Cerebral interpretan mejor las señales visuales que las verbales, y por tanto se ven beneficiados del uso de estos dispositivos. Además, reciben feedback visual y auditivo inmediato sobre su respuesta en el juego.