El PGE de Alboraya cumple la ley de la Huerta y el PAT
El Plan General de Ordenación Urbana de Alboraia se ha trabajado de acuerdo con el PAT y la ley de la Huerta, normativa propuesta y aprobada por el Gobierno del Botánic en las Cortes Valencianas, y que se ha respetado al milímetro por el Plan ahora expuesto al público.
Sin embargo, a pesar de que cumplimos escrupulosamente lo que estipula la ley aprobada para proteger la huerta y tras llevar a la Sectorial de Urbanismo de Alboraia, donde están los colectivos vecinales y Per l’Horta, para que conociesen todo el proceso de mejora y los avances con la Consellería, resulta que se nos acusa de no informar a nadie y de desproteger la huerta.
Además los mismos grupos políticos que han votado en las Cortes el PAT y la ley de la Huerta, a pesar de conocer el proceso llevado a cabo de adaptación al PAT y la nueva ley y poder comprobar que se cumple escrupulosamente el crecimiento que se nos asigna a Alboraia, se permiten votar en contra de la exposición al público del proyecto para que todo el mundo pueda alegar lo que crea conveniente.
Alboraia ha trabajado la reforma del Plan General presentado por el PP en 2011 para rebajar sustancialmente la ocupación de la huerta, directamente con la Conselleria y sobre todo con Compromís a través de Lluís Ferrando, Director General de Territorio, y sus técnicos, al tiempo que la Conselleria avanzaba en la reforma del PAT y elaboraba el Pativel y la Ley de la Huerta. Y ahora resulta que, según estos grupos no tenemos que ajustarnos a nada de lo legislado y aprobado?
Por otra parte hacen trampa cuando cuentan como nuevos los sectores ya urbanos de las playas, que están pendientes de desarrollo, y no necesitan el Plan General para hacerlo, o el sector de Peixets que efectivamente es parque, aunque no le añaden el apellido «Agrario», porque ellos saben que se recupera el cordón dunar, se rehabilita la huerta, que supera los 50.000 m2 y se realiza únicamente un humedal donde se derivan las acequias para su depuración y filtrado con procedimientos ecológicos y que devolverá al mar agua limpia y sana procedente de las acequias o la depuradora. Y no se construye ningún edificio, ni paseo, ni nada de nada, más allá de caminos de paseo y carril bici o el mismo humedal.
Alboraia lleva desde 2003 elaborando el Plan General. Ya se expuso por el PP al público en 2011 e hicimos alegaciones todos los colectivos, particulares y grupos políticos. Una vez en el gobierno y tras el estudio de las alegaciones y la adaptación a las reformas legislativas y a los nuevos objetivos de preservación de la huerta y obtención de dotaciones, se ha expuesto este año esta nueva versión, tal y como nos comprometimos tras las elecciones de 2011, no sólo nosotros, también Compromís que estaba en el gobierno municipal.
En su día se pactó con todos los grupos no caducar el proyecto y reducirlo y transformarlo para no tener que empezar desde cero, tirando a la basura lo ya gastado en los estudios previos, etc. para realizar el Plan presentado en 2011. También hemos cumplido escrupulosamente lo pactado en el Consistorio.
No entendemos el cambio de postura de todos los grupos, excepto el PP, que exigen que simplemente no se haga nada y renunciemos a obtener el terreno para los centros escolares, la comunicación sostenible con la playa, la vivienda VPO, etc. Además nos piden que renunciemos a ordenar con el Plan General el crecimiento previsto en los sectores urbanos de la playa para obtener con claridad los terrenos para colegios futuros o un centro de salud y las zonas verdes o deportivas pendientes, además de la obtención de vivienda protegida también allí en la playa, donde las viviendas alcanzan precios inaccesibles para el común de los vecinos y vecinas de Alboraia.
Sinceramente pensamos que es un error mantener esa postura. Estamos en periodo de alegaciones y aún se puede mejorar el documento, pero tras la contestación de las mismas volverá al Pleno. Si se aprueba irá a Conselleria para su estudio, y si no se aprueba, pues se echará por tierra todo el esfuerzo realizado para intentar ordenar el territorio de Alboraia adaptándolo precisamente a las leyes de protección de la huerta actuales y que tendría una duración de unos 25 años, al menos