El tren de Alfafar, donde se producen los atropellos, sin muros y con vallas metálicas desde la Dana
El agua del barranco del Poyo llegó con fuerza a Alfafar la tarde del 29 de octubre. Los muros que separan las vías del tren de la población actuaron, en un primer momento, como freno del agua, para después romper las tapias de hormigón y provocar una gran ola.
Desde entonces, no existen muros en el trayecto del tren por dentro de las poblaciones y en su lugar hay vallas metálicas, unidas con alambres para evitar separarlas y carteles que ponen ‘prohibido el paso’.
Sin embargo, esta medida provisional lleva casi tres meses, recientemente hubo un atropello, y el alcalde de la población, Juan Ramón Adsuara pide al Ministerio de Fomento que “refuerce la seguridad en la zona”.
“Ahora mismo”, explica el alcalde a El Meridiano, “existe un problema de seguridad y queremos que rápidamente pongan soluciones. El Gobierno de España se ha movido mucho más rápido en restablecer el servicio de tren que en proteger a las personas, cosa que nos indigna. Mientras nosotros tenemos aún zonas con coches amontonados, Adif ya lo tiene todo perfecto”.
Desde el Ayuntamiento insisten que “como medida provisional, porque lo que queremos es el soterramiento del tren, las vías tienen que ser seguras para la población y no con vallas como están ahora, queremos que pongan metacrilato en la zona, no muros, porque se ha demostrado que causaron un daño añadido a la Dana”.
Pasos subterráneos anulados
Ahora mismo, cruzar de una parte a otra del municipio supone andar cerca de tres kilómetros “todos los pasos subterráneos están anulados y solo puedes cruzar por los puentes o por la estación, pero el ascensor tampoco funciona”
Sobre el último arrollamiento que se produjo recientemente, el alcalde ha explicado que «antes de la Dana en ese punto tampoco había muro y era un paso bastante habitual de algunas personas. Hay que poner medios y evitar que se produzcan imprudencias. Las barreras bajan 250 veces al día y están 20 minutos bajadas. La única solución es soterrar este punto negro que tenemos y, más, después de comprobar como las vías afectaron a la población la tarde de la Dana”.