EU y Podemos de Aldaia presentan una moción contra los recortes
Acogiéndose a la campaña en curso tras la presentación en el actual Parlamento por parte de Unidos Podemos de una Proposición No de Ley contra la reforma local que lleva por título «Ciudades con derechos», los represetantes de EU y de Podemos en el Ayuntamiento de Aldaia han presentado una moción que propone: unir fuerzas con otros ayuntamientos para rechazar tres principios presupuestarios «nefastos para los intereses de la ciudadanía mayoritaria»: la no superación de un tope de déficit público, la no superación de un tope de deuda, y el respeto a la Regla de Gasto, así como para exigir al gobierno que se pueda aplicar el superavit a gastos no financieros; incrementar la participación municipal de los ingresos del Estado y la Comunidad Autónoma, renegociar con la UE otros objetivos de déficit y permitir que el Banco Europeo pueda prestar dinero a los entes locales sin casi intereses.
Desde EU y Podemos se recuerda que «La ‘reforma express’ del artículo 135 de la Constitución Española abrió el camino a una serie de normas que constriñen cruelmente la capacidad de acción de las administraciones públicas, sobre todo, las más cercanas a la ciudadanía como son los ayuntamientos y mancomunidades». Asimismo, se recalca que, «a través de este acuerdo político entre PP y PSOE se introdujo una regla fiscal que limita el déficit público y prioriza el pago de la deuda». Y se añade que, «además de la reforma del régimen local que recorta la capacidad municipal de prestar servicios a la población, mediante la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera también se han consolidado los citados tres principios presupuestarios nefastos para los intereses de la ciudadanía mayoritaria: la no superación de un tope de déficit público, la no superación de un tope de deuda, y el respeto a la Regla de Gasto».
Finalmente, EU y Podemos consideran que «éste último principio impuesto es el más inexplicable de todos en términos de la lógica del interés general, ya que impide -a pesar de que haya superávit- que se dedique ese saldo positivo al gasto social o a realizar nuevas inversiones, sino que ha de utilizarse para amortizar deuda de manera anticipada aunque sea algo absurdo desde el punto de vista económico, además de beneficiar únicamente a la banca».