Expertos de la Unidad del Sueño del Hospital de Manises aseguran que un 12% de los adolescentes sufren síntomas de insomnio
Dificultad para dormir, conciliar el sueño, mantenerlo o despertar de forma precoz con una sensación de sueño poco reparador que genere un notable malestar o interferencia con las actividades sociales y laborales son algunos de los rasgos que caracterizan a las personas que padecen de insomnio.
En España, la prevalencia del insomnio en mayores de 15 años es de un 23% en mujeres y de un 17,6% en hombres. Una dolencia que tiene un impacto también sobre la población adolescente en nuestro país. Según los expertos de la Unidad del Sueño del Hospital de Manises, dependiendo de los criterios diagnósticos utilizados, de un 3 a un 12% de la población adolescente sufren síntomas de insomnio.
«El insomnio de corta duración o agudo es frecuente en los jóvenes sometidos a estrés. No hay que confundir con el trastorno de retraso de fase de sueño, también frecuente en adolescentes, en el que hay una alteración del ciclo de vigilia/sueño en el que necesita acostarse más tarde y levantarse también más tarde» nos advierten los especialistas en Neurofisiología Clínica del Servicio de Neurociencias del Hospital de Manises. En los casos de insomnio, además de las quejas sobre el sueño que pueda manifestar el joven, los cambios de conducta, el cansancio o la falta de rendimiento escolar pueden ser síntomas de alerta para detectar a tiempo este problema.
Respecto a las causas del insomnio en adolescentes, los expertos del Departamento de Salud de Manises indican que la mala higiene del sueño es uno de los factores principales a tener en cuenta. La excesiva exposición a las pantallas y a las nuevas tecnologías puede ser un factor agravante del problema.
Según algunos estudios, la luz brillante de las pantallas afecta negativamente a la secreción de melatonina en seres humanos, pudiendo llegar a provocar insomnio, debido a la alteración del ritmo circadiano. Además, el uso sin control puede derivar en un abuso de los aparatos tecnológicos como móvil, televisión, portátil… provocando una demora en la hora de acostarse que derivará en una descoordinación de los ciclos de vigilia y sueño, fomentando el síndrome del retraso de fase del sueño.
Pautas para cuidar la higiene del sueño
Para tener un sueño reparador, los especialistas del Departamento de Salud de Manises recomiendan poner en práctica las siguientes medidas de higiene del sueño. Es esencial evitar acostarse con tabletas, ordenadores o móviles ya que esto ayudará a tener un ambiente favorable al sueño sin ruidos y luces.
Además, también puede ayudar hábitos saludables como no usar la cama para otras actividades, como oír música o ver la televisión; acostarse y levantarse siempre a la misma hora o establecer unas rutinas específicas, así como practicar deporte. El ejercicio físico es un factor positivo para evitar el insomnio ya que, al provocar un cansancio generalizado, fomenta dormirse a una hora adecuada, dormir más tiempo, descansar más y tener una mejor calidad del sueño, siempre y cuando se evite el ejercicio de alta intensidad en las últimas horas del día para no tener sobreactivación que en dificulte el sueño en lugar de facilitarlo.