Homenaje en Burjassot a diez matrimonios que celebran sus bodas de oro
Han cumplido cincuenta años de matrimonio, después de una temporada anterior saliendo juntos desde el día en que, entre ellos y ellas, surgió el amor. Son diez parejas de vecinos y vecinas de Burjassot que han tenido la gran suerte de celebrar, a lo largo del 2016, sus Bodas de Oro. Cinco lustros completos de casados, a lo largo de los cuales ha habido de todo: convivencia, compañerismo, viajes, altibajos, pérdidas, enfados y reconciliaciones, ilusiones, penas y alegrías, hijos, nietos y sobre todo, un amor a prueba de bomba… y de tiempo.
Los nombres y apellidos de este grupo de enamorados son Adela Caballer y Vicente Pardines; Amparo Martínez y Vicente Valero; Adela Villareal y Olegario Ros; Conchín Rueda y Gregorio Adalid; Salvador Bayarri y Carmen Romar; Pilar Pla e Isidro Lopez; Carmen Toledo y Daniel Alabadí; Valentín Chico y Vicenta García; Petra Aguilar y Víctor Tello y, finalmente, Dolores Belloso y Antonio Jiménez.
El Ayuntamiento de Burjassot ha querido mostrar su admiración y reconocimiento a estas diez parejas de vecinos y vecinas de Burjassot felizmente casados desde hace cincuenta años y lo hizo, en la tarde de ayer, con un sencillo acto que tuvo lugar en el Salón de Actos del Consistorio, con la presencia del Alcalde, Rafa García, la concejala de Servicios Sociales, Olga Camps y el concejal de Fiestas, Manuel Pérez Menero, además de todos los familiares que quisieron acompañar a los protagonistas durante la tarde de celebración. Las diez parejas recibieron un obsequio por parte de las autoridades municipales, después de la foto de familia, todos disfrutaron, en el vestíbulo del Ayuntamiento, de un pequeño ágape.
Tanto el Alcalde como la concejala destacaron, en sus intervenciones, la admiración ante cincuenta años de vida en común de estos ciudadanos y ciudadanas de Burjassot, con todo lo que ello supone, les felicitaron y les animaron, ante las próximas fechas, tan especiales, bonitas pero también complicadas, que sigan ejerciendo de motor de la familia y que aprovechen los próximos días, así como todos los años que tengan por delante para fomentar la unidad entre los suyos, para ser ejemplo de vida a seguir y, por supuesto, a seguir queriéndose como hasta ahora.