Inauguración de la Exposición «Fet a Rocafort»
Multitud de familiares, amigos y vecinos de Doro Balaguer se reunieron ayer en la Casa de Cultura de Rocafort con motivo de la inauguración de la exposición ‘Fet a Rocafort’, que muestra una veintena de pinturas del artista que podrán visitarse hasta el 9 de diciembre.
Un acto emotivo que recordó la figura de Balaguer, hijo adoptivo de Rocafort a título póstumo por su importante compromiso social progresista y su reconocido legado artístico como miembro del Grup Parpalló -pioneros de la modernidad en la Valencia de posguerra- junto a Andreu Alfaro o Manuel Gil, entre otros; y, más tarde, ya retirado en su casa de Rocafort, donde creó las piezas que ahora se exponen en la Casa de Cultura.
El acto contó con la presencia, entre otros, del presidente de Les Corts, Enric Morera, quien destacó la lucha política de Balaguer por la democracia y por la confluencia de las fuerzas progresistas. “Sin su ejemplo hoy no estaríamos aquí”, dijo.
Por su parte, el alcalde de Rocafort, Víctor Jiménez, afirmó que recordar a Doro era “un acto de justicia”. “Un artista comprometido con la democracia y la libertad. Su obra demuestra también su talento genial. Por todo ello es hijo adoptivo de Rocafort, una manera que el pueblo tiene de demostrarle su afecto y tenerle siempre en su memoria”, explicó.
De esta forma, la muestra reúne una veintena de cuadros que prueban el talento de Balaguer entre la abstracción y lo imaginado. Unas obras que el autor creó en su taller en el centro del pueblo, de ahí el título de ‘Fet a Rocafort’. El Ayuntamiento agradece especialmente la colaboración de su familia, Rocío Sánchez y sus hijos Cuca y Rafa Balaguer, por haber cedido las piezas para la muestra.
La concejal de Cultura, Julia Cañizares, destacó “el compromiso de Doro con la sociedad por ser un referente cultural y cívico”. “Esta exposición es un reconocimiento, un homenaje con un significado especial por el vínculo del artista con el pueblo, donde creó estas obras de una calidad indudable”, apuntó.
Balaguer, nacido en València en 1931, escogió Rocafort como lugar de retiro tras una intensa carrera política. El Ayuntamiento decidió declararlo hijo adoptivo tras su fallecimiento en enero del año pasado por su destacada labor cívica, tanto como creador artístico como en la vertiente ciudadana y política, desde su compromiso antifranquista como represaliado, siempre constructivo para las libertades democráticas desde la izquierda y el valencianismo.