Incertidumbre y preocupación ante la atípica vuelta al cole por la Covid-19
Valencia, 20 ago (EFE).- Asociaciones de padres y madres de alumnos y sindicatos de la enseñanza pública, concertada y privada de la Comunitat Valenciana han mostrado su incertidumbre y preocupación ante la atípica vuelta al cole por la covid-19 el próximo mes de septiembre, pero han reconocido que el sistema educativo está preparado, con los protocolos adecuados, y han defendido la necesidad de la presencia física de los alumnos en las aulas frente al modelo telemático.
La Confederación Gonzalo Anaya, que acoge a 1.100 Ampas de la Comunitat Valenciana, ve tranquilos a los padres ante la atípica vuelta al cole por la Covid-19 porque está todo listo para una enseñanza presencial «con seguridad» y «normalidad», aunque no esconden que hay incertidumbre ante la evolución de la pandemia.
Sin embargo, desde la Federación Católica de Padres de Alumnos aseguran que «no hay tranquilidad sino preocupación» aunque también «confianza en que si se siguen los protocolos la vuelta al cole presencial podrá hacerse con normalidad».
El presidente en funciones de Gonzalo Anaya, Marius Fullana, explica a EFE que, «en general, hay una calma tensa por la evolución de la pandemia» y sostiene que la «principal preocupación es la salud de lo hijos», aunque tiene «claro cómo va a funcionar todo gracias a los protocolos» y a que han «estado informados en todo momento».
Asegura que entre las 1.100 ampas que representan «no ha habido una gran queja y preocupación» y los padres «tienen tranquilidad porque el sistema educativo está preparado» para la vuelta al cole.
«La mayoría de padres no tenemos conocimientos en sanidad y hemos de confiar en los expertos y no podemos volver a parar la vida. Ahora el escenario está preparado y tenemos que estar confiados», reflexiona y añade que, «si hubiera un contagio, el centro sabe exactamente cómo actuar».
Critica la corriente de padres que quieren tener libertad para decidir no llevar a sus hijos a los centros y afirma: «si nos han garantizado la seguridad, han de ir todos. La única educación de calidad que podemos garantizar es presencial», subraya.
El portavoz de la Federación Católica de Padres de Alumnos de Valencia, Vicente Morro, reconoce a EFE que es una «situación atípica absolutamente desconocida» y que no hay tranquilidad sino «preocupación».
No obstante, precisa que hay «confianza en que si se siguen los protocolos la vuelta al cole podrá darse con normalidad» y añade que «toda la comunidad educativa está implicada» para que sea así.
«Hay conciencia de que hay que volver a la normalidad lo antes posible para recuperar el tiempo perdido», asegura y aboga por la educación presencial, además de reclamar que se adopten «todas las medidas, desde geles a mamparas, desdoblamientos o pruebas PCR para una normalidad absoluta y presencia de alumnos en todas las etapas».
Por su parte, el presidente de la Asociación de Centro Autónomos de Enseñanza Privada de la Comunitat Valenciana (Acade), Alejandro Monzonís, asegura a EFE que los centros privados están «preparados para garantizar un retorno y vuelta a las clases con normalidad».
Explica que han adaptado los espacios para «la vuelta a la nueva normalidad con la aplicación de todos los protocolos», según los criterios de las autoridades e incide en que algunos colegios abrieron en julio y «acabaron con cero contagios el curso de verano».
«Ha implicado un esfuerzo, sacrificio y recursos que no sabemos si podremos mantener durante todo un curso», agrega y detalla que las medidas y compra de material ha supuesto un coste extra a los centros de entre 70.000 y 100.000 euros.
Monzonís lamenta que no han recibido «ninguna ayuda» de la Administración y reprocha que igual que se ayuda al sector automovilístico o a la banca, los centros privados deberían haber recibido alguna ayuda de la administración, porque «todos los niños son iguales independientemente de tener una educación pública, concertada o privada».
Accesos diferenciados, alfombras de desinfección de pies, toma de temperatura, mascarillas y geles son medidas y materiales que tienen listos, además de evitar la entrada de padres, salvo con cita previa, y recomendarles guardar la distancia de seguridad a la hora de la recogida y no llevar a sus hijos al colegio «ante cualquier síntoma».
«Tenemos preocupación por la tremenda responsabilidad que tenemos con alumnos, profesores y familias, y tenemos que garantizar la seguridad en el trabajo para todos y eso supone un protocolo muy exhaustivo, porque el virus está y no sabemos cómo va a evolucionar y a quién le toca», concluye.
Los sindicatos también valoran que el sistema educativo «está preparado» para la vuelta al cole tanto presencial como telemática, gracias a los planes de contingencia elaborados por cada centro.
El responsable de Educación de UGT, Pepe Gil, defiende la presencia en los centros en el inicio de curso y asegura a EFE que «comparte la preocupación muy legítima de padres y profesores sobre los contagios pero la seguridad al cien por cien no la garantiza nadie».
«En los planes diseñados están previstos todos los pasos para actuar en caso de contagio y si se confina todo un municipio, las clases tendrían que ser telemáticas, pero también hay planes diseñados», afirma.
Recuerda que han solicitado «un protocolo especialísimo para que en los primeros 15 días se extremen mucho más las precauciones» y que se incluya un «médico en los centros para detectar los asintomáticos, porque los profesores no están capacitados para eso».
Desde Stepv, Marc Candela advierte a EFE de la «preocupación ante una situación desconocida porque el riesgo cero no existe», aunque admite que está todo listo para «actuar en caso de contagio lo más rápido posible y empezar el curso con todas las medidas de seguridad y los equipos de protección adecuados».
A pesar del dinero extra que ha llegado a los centros para incrementar la plantilla de profesores, monitores para comedores y compra de material sanitario, «preocupa que se descarga mucha responsabilidad sobre el equipo directivo en la compra de mascarillas y geles cuando no son profesionales sanitarios», advierte.
Apuesta también por la educación presencial «porque no solo hay que transmitir conocimientos sino también sociabilidad» y asegura que en ESO «se podrá mantener la distancia de seguridad» y el problema estará en Infantil y Primaria «porque los más pequeños son más difíciles de controlar». EFE