La abstención en las autonómicas se mantiene cerca del 30% desde 1983

El porcentaje de abstención en las elecciones autonómicas valencianas viene rondando el 30% desde las primeras, celebradas hace cuarenta años, en 1983 y, aunque hubo dos bajadas, si bien no muy acusadas, una al 25,5% en 1987, y otra, la más reducida de la serie, al 24% en 1995, la media de los diez comicios se sitúa en el 28,7%, una cifra considerada bastante alta en los cómputos electorales, al significar que cerca de una tercera parte de los ciudadanos con derecho a voto decide no ejercerlo, con lo que ello supone de merma en la calidad democrática.
El referente similar más cercano en el tiempo ha sido el de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia del pasado año, en la que se produjo una abstención del 28% y resultó ser la mayor registrada en más de cincuenta años, concretamente desde 1969. De 48,7 millones de electores registrados, 13,6 millones decidieron no ejercer su voto.
En el caso de la Comunitat Valenciana, en las elecciones autonómicas de 1999, que fueron las que mayor abstención registraron, con más de un 32%, de un censo de 3.361.989 electores, fueron 1.082.184 los que decidieron no votar. Y en las últimas celebradas en 2019, pese a que aumentó la participación en relación con las cinco citas anteriores, ocurrió que, de un censo de 3.659.514 votantes, 961.580 no lo hicieron. Ello indica que se mantiene a lo largo del tiempo la tendencia de una parte importante de la ciudadanía a no participar en las elecciones autonómicas.

Diferencias
Por otro lado, el hecho de que esta tendencia no sea similar en las elecciones generales parece indicar, asimismo, que esté más relacionada con la política autonómica. Por ejemplo, tanto en las elecciones generales de 1993 como en las de 1996, la abstención en la Comunitat Valenciana fue de un 18,3% y, si bien hubo otras citas en las que se acercó a los valores de las autonómicas, incluso llegando en algún caso al 30%, la media resultante del total de los comicios celebrados en el mismo periodo de tiempo es bastante menor. Sin embargo, la tendencia a una abstención elevada se observa también en las elecciones municipales de la Comunitat Valenciana, con valores similares a las autonómicas, si bien los comicios locales tienen unas características muy diferentes que dificultan su comparación.
No obstante, este fenómeno de un importante porcentaje de abstención no se observa sólo en la Comunitat Valenciana, sino que se registra también en otras autonomías, así como en el propio ámbito nacional en su conjunto, si bien con mayores o menores oscilaciones. Los porcentajes de abstención del 20% o inferiores suelen ser excepcionales, mientras que se encuentran resultados bastante mayores que este, incluso por encima del 30%, en diferentes autonomías. Asimismo, es una tendencia muy extendida en otros países y al alza, sobre todo en las últimas décadas, ligada a la llamada ‘desafección’ política.

Encuesta
En una encuesta encargada por la Generalitat Valenciana, realizada el pasado año, se preguntó a los encuestados a qué partido había votado en las elecciones autonómicas de abril de 2019, y el porcentaje de ellos que manifestó haber decidido abstenerse fue de un 11,4%, cifra que no se corresponde con el resultado real, pero, hubo un 20,9% que no quiso contestar la pregunta y es obvio que en este porcentaje estaban incluidos otros que se abstuvieron pero no quisieron declararlo.

Votos en blanco
Por otra parte, los votos en blanco, e incluso los nulos, son también considerados como una forma de abstención, en este caso activa. En la citada encuesta hubo un 3,9% de encuestados que contestaron haber optado por los votos en blanco.
En los resultados electorales, tanto en las elecciones autonómicas, como en las generales y las locales, los porcentajes de votos en blanco son generalmente muy reducidos, ya que oscilan entre el 1 y el 3%.