La Policía Nacional activa un dispositivo preventivo para evitar peleas entre grupos de menores
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha acompañado a la Policía Nacional en el dispositivo especial puesto en marcha para prevenir las peleas entre jóvenes, especialmente en el centro de València. «Ante los últimos casos conocidos, la Policía Nacional ha reaccionado con la máxima rapidez para prevenir estas situaciones y garantizar la seguridad de la ciudadanía», ha explicado Bernabé.
La delegada ha detallado que el dispositivo se integra por «100 efectivos desplegados por toda la ciudad, pero, especialmente, en el centro de la ciudad». «Hemos mantenido un diálogo constante con los comerciantes de la zona, que han transmitido su satisfacción con el trabajo de la Policía Nacional», ha añadido Bernabé.
El operativo, de carácter preventivo, permanecerá activo «a medio y largo plazo». El trabajo de la Policía Nacional consistirá en identificar a los posibles agresores y localizar objetos contundentes, armas blancas y droga que pudieran portar. Según la Policía Nacional, estos sucesos son “ocasionales” y no responden a “hechos de gravedad”. “València es una ciudad segura”, han declarado.
Primera noche, dos detenciones
Dos menores de 14 y 15 años han sido detenido en la noche de este sábado por la Policía Nacional como autores de un delito de robo con violencia en València, tras agredir supuestamente a tres jóvenes y sustraerle el teléfono móvil a uno de ellos.
El cuerpo policial ha informado que los hechos ocurrieron sobre las dos y media de la madrugada de este sábado, cuando agentes de paisano integrantes de un dispositivo especial de prevención de robos con violencia observaron que un joven reclamaba la presencia de una patrulla uniformada en el cruce de la calle Sagunto con la calle Ruaya.
Los agentes, tras acudir a interesarse por el hecho, averiguaron que el joven acababa de ser víctima de un robo con violencia, quien afirmó que momentos antes se encontraba en un descampado junto a dos amigos cuando se vieron rodeados por un grupo de siete jóvenes que de forma intimidatoria les exigieron que les dieran todo lo que llevaban.
Ante la negativa, comenzaron a agredirlos de forma violenta, lanzándoles puñetazos y patadas, cogiéndolos del cuellos para arrebatarles sus pertenencias, logrando sustraerles un teléfono móvil, momento en el que les soltaron y los presuntos ladrones escaparon a la carrera mientras les arrojaban piedras.
Tras recabar datos de los agresores, los agentes montaron un dispositivo de búsqueda por los alrededores, observando en el trascurso del mismo a un grupo de jóvenes que coincidían plenamente con las características de los agresores, dirigiéndose en actitud nerviosa y a la carrera por el nuevo cauce del rio Turia.
Al percatarse de la presencia policial, los sospechosos salieron huyendo, dispersándose a la altura del puente de Trinidad, siendo interceptados dos de ellos en la calle Libertad, los cuales manifestaron a los agentes, sin preguntar los policías, que habían sido ellos los que en compañía de cinco amigos habían agredido a tres personas.