La Dipu te Beca 2017, casi 1,5 millones de presupuesto y 268 ayuntamientos adheridos
Como cada mes de julio desde hace nueve años, estudiantes universitarios valencianos podrán adquirir experiencia profesional en ayuntamientos y entidades locales menores adheridas de la provincia a través de ‘La Dipu te Beca’, un programa de la Diputación de Valencia que tiene como objetivo ayudar a los jóvenes a la inserción profesional.
“Se trata de asistir a los estudiantes para que puedan hacer prácticas y completar su formación, con un ayuda económica que también puedan utilizar durante el curso”, ha señalado el diputado de Proyectos Europeos, Bartolomé Nofuentes. En esta edición se han adherido 268 ayuntamientos y entidades locales menores, con un presupuesto de 1.479.000 euros y un número máximo de becas de 1.606.
La duración de las becas es de un mínimo de 15 días y un máximo de dos meses, entre julio y agosto. La dotación de las ayudas es de 500 euros brutos al mes, de los que la Diputación aporta el 80% y el ayuntamiento el 20% restante. De esta manera, la institución provincial subvenciona parcialmente la beca y es el consistorio el que saca la convocatoria atendiendo a sus necesidades concretas.
Mediante este mecanismo es posible una amplia oferta de becas de muchas especialidades, tanto de grados como de ciclos formativos. Asimismo, desde la entrada del nuevo equipo de gobierno se ha garantizado la igualdad en la valoración, contando un 30% la situación económica, un 20% el estar empadronado en el municipio, un 15% el expediente académico, un 10% los conocimientos de valenciano, y un 5% la formación complementaria.
La Dipu te Beca pertenece al programa de Gestión y Retención del Talento de la Diputación de Valencia, y en nueve ediciones se han concedido 20.731 becas, con 27.853 beneficiarios. Una iniciativa a la que se suma un nuevo proyecto en colaboración con el equipo CTalent de la Universidad Politécnica de Valencia, con el que se pretende acercar a ambas instituciones para ofertar prácticas universitarias al alumnado.
Se trata de un programa piloto en el que los Ayuntamientos se pondrán en contacto con las universidades para señalar qué necesidades tienen, ofreciéndose como lugar de prácticas para el alumnado. De esta manera, las prácticas obligatorias que deben cursarse en los estudios superiores se alinearán con las necesidades de las administraciones públicas, proporcionando un escenario de aprendizaje práctico con un importante impacto social.