La Emshi renueva una tubería en el casco urbano de Manises con la técnica de la manga para no abrir zanjas
La Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi) está trabajando en la renovación de una tubería en el casco urbano de Manises con la técnica de manga continua, lo que permite rehabilitar la conducción de agua potable sin la necesidad de abrir zanjas durante los más de 300 metros de trazado, lo que minimiza al máximo la afección de los trabajos.
En concreto, la tubería que requiere rehabilitación discurre por la calle Ferrandis Luna, una zona altamente poblada del municipio de l’Horta. Precisamente por ello, para ocasionar el menor impacto posible en el entorno urbano de la localidad, el equipo técnico de la Emshi ha optado por el empleo de la innovadora técnica de la manga, puesto que con esta tecnología sólo se abren las catas necesarias para introducir la manga desde un extremo a otro y en los cambios de dirección, pero no requiere la apertura de zanjas por todo el recorrido.
Los beneficios de esta técnica también se reflejan en la considerable disminución de residuos que se generan con los trabajos. Esta misma rehabilitación con apertura de zanja hubiera generado 2.750 m3 de residuos, mientras que al trabajar con la manga continua la cifra cae a 100m3. Lo mismo ocurre con huella de carbono. Con la tecnología sin zanja se generan 1,34 toneladas de CO2, mientras que con la rehabilitación convencional se hubieran liberado 46,2 toneladas de CO2.
Además, el tiempo de ejecución de la rehabilitación se reduce de tres meses a dos semanas al emplear la manga.
“El respeto al entorno es uno de los puntos fundamentales para la Emshi. Estos trabajos de renovación de tubería en el casco de la localidad son necesarios, pero hemos buscado la mejor tecnología para que la afección de las obras sea mínima, contribuyendo así al bienestar de la ciudadanía garantizando el suministro de agua potable e impactando lo estrictamente necesario en sus calles”, ha explicado la presidenta de la Emshi, Elisa Valía, durante su visita esta mañana a las obras en Manises. Ha estado acompañada por Miguel Polo, presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, y de Ángel Mora, teniente alcalde de Manises y representante de esa localidad en la Emshi.
Valía ha recalcado la reducción de la huella de carbono que se consigue con esta técnica: “Esto es fundamental para la Emshi porque queremos conseguir que todo nuestro trabajo sea neutro en carbono, tanto la actividad habitual como las obras que ejecutamos”.
Por su parte, Ángel Mora ha manifestado que “el uso de esta tecnología ha permitido que las vecinas y los vecinos de Manises puedan seguir utilizando con cierta normalidad una de las principales vías de comunicación de nuestra ciudad, minimizando las molestias propias de cualquier obra.”
De hecho, es la segunda ocasión en la que la Emshi trabaja con esta interesante técnica. La primera vez que se empleó fue en la renovación de una tubería en Quart de Poblet el pasado mes de marzo. Aquella tubería de más de 450 metros pasaba por lugares críticos del municipio, como la Ermita de San Onofre, el centro escolar San Onofre y un parque con zona de juegos infantiles. Al no levantar el terreno, ninguno de esos puntos se vio afectado por las obras.
En el caso de Manises, se trata de una tubería que data del año 1969, compuesta por hormigón prensado sin camisa de chapa. Este tipo de material presenta roturas de tipo explosivo. En caso de que una fuga se produjera en las uniones de los tubos, no existe un método de reparación totalmente fiable para este tipo de tuberías. Una vez que esté totalmente terminado el proyecto en su conjunto, que será previsiblemente en seis meses, la conducción de agua potable será de fundición dúctil y discurrirá por el mismo trazado que la antigua. Además de los más de 300 metros que se renovarán con manga, otros 80 metros se rehabilitarán de manera convencional dentro del mismo proyecto, ya que hay un cambio de diámetro en la conducción por una reparación anterior.
Esta tubería suministra agua potable a Manises y también es un punto de interconexión de dos aducciones de la red de abastecimiento de agua potable en alta. La inversión de este proyecto asciende a 945.978 euros.
Con la técnica de la obra sin zanjas se conserva la tubería existente y se introduce una nueva en su interior gracias a la manga, que contribuye a la instalación de un sistema de refuerzo estructural que soporta todos los esfuerzos mecánicos y tensiones de la conducción. Esta nueva tubería o manga presenta diferentes materiales en su capa exterior e interior, de manera que la que queda en contacto con el agua es de polietileno y no altera las características del recurso hídrico.