La EMT pide más dinero a los municipios de l’Horta
A principios del mes de julio, los alcaldes de Mislata y Valencia, Carlos Fernández Bielsa y Joan Ribó, se reunieron por primera vez para iniciar las relaciones institucionales entre ambas ciudades vecinas y abordar cuestiones como el transporte público de autobús «desde una verdadera concepción metropolitana», según aseguraron aquel día los dos protagonistas. Desde aquella reunión, los vecinos de Mislata han estado esperando una solución, o al menos una propuesta, que les devolviera unas líneas de autobús que durante más de cien años les habían unido a la capital y cuyo Ayuntamiento, gobernado entonces por Rita Barberá, decidió quitarles en 2012.
La solución se preveía fácil, ya que estando en la oposición, el entonces portavoz de Compromís de Valencia, Joan Ribó, se había opuesto a la decisión del gobierno de Barberá de eliminar los autobuses que circulaban por el área metropolitana, llegando incluso a decir que su restitución era simplemente «una cuestión de voluntad política».
Ocho meses después de aquella reunión y después de exigir en innumerables foros y reuniones el servicio público de autobús, el alcalde de Mislata ha recibido hoy la propuesta del Ayuntamiento de Valencia. Se la han entregado en una reunión celebrada en la sede de la EMT en la que también han participado los alcaldes de Paterna, Alboraya, Moncada y Vinalesa, pero en la que únicamente han estado presentes los técnicos de la entidad de transportes, ya que no ha asistido ni Ribó ni el concejal de Movilidad, Giussepe Grezzi.
La propuesta es una ampliación de la línea 29, que conectaría Mislata con las universidades, pero sin entrar al centro de Valencia, como sí hacía el antiguo 7, con un coste de 213.769€ al año. La segunda opción es una línea interna, la 74, que circularía por el casco urbano de Mislata para llevar a los vecinos a un transbordo en el complejo administrativo 9 d’octubre de Valencia, a un precio de 281.115€ al año.
Estas propuestas, además de no satisfacer las necesidades de los vecinos de Mislata, superan en su importe a las exigidas en su día por el Partido Popular de Rita Barberá. Ante este desenlace, Bielsa no ha dudado en calificar la reunión en la EMT de «paripé vergonzoso, urdido por el señor Ribó para no cambiar nada en materia de movilidad». Además, el alcalde de Mislata ha criticado a su homólogo de Valencia por «haber engañado a los 200.000 vecinos del área metropolitana que representamos estos cinco alcaldes cuando nos dijo que él nos devolvería los autobuses porque era una cuestión de voluntad política».
Bielsa ha comparecido ante los medios de comunicación a la salida del encuentro junto al resto de alcaldes y hablando en nombre de todos ha asegurado sentirse «engañado» y «decepcionado». Para los alcaldes de Mislata, Paterna, Alboraya, Moncada y Vinalesa «hoy ha quedado claro que no quieren solucionar el problema y vamos a tener que pedirle al gobierno autonómico que arregle lo que Ribó y Rita, que son lo mismo, no han querido solucionar».