La mitad de las camareras de piso toma analgésicos, antiinflamatorios y otros fármacos por las agotadoras condiciones de trabajo
Las cargas excesivas de trabajo y presión de los tiempos para realizar las tareas son las principales causas del consumo de fármacos de las camareras de piso. Un colectivo que denuncia la precariedad de sus condiciones de trabajo pero también las consecuencias que ello provoca en su salud, con la aparición de patologías físicas y psicológicas. CCOO ha elaborado un estudio sobre este problema y promueve la campaña ‘Tus derechos, la mejor medicina’.
La Federación de Servicios de CCOO ha elaborado un estudio sobre el consumo de fármacos del colectivo de camareras de piso, un consumo al que se ven obligadas por la precariedad de las condiciones laborales de su profesión. Para realizar el estudio se han conformado grupos de trabajo en seis provincias con gran afluencia turística: Málaga, Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife y Alicante. En septiembre, el sindicato organizará jornadas de difusión del estudio y presentará el plan de acción que las delegadas de CCOO que son camareras de piso llevarán a cabo sus empresas, centrado en reclamar un cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Los problemas de salud que padecen, desde el punto de vista físico son: trastornos músculo-esqueléticos, tensión, problemas en las vías respiratorias y un envejecimiento acelerado. Desde el punto de vista psíquico, insomnio, estrés, ansiedad y depresión. Entre las causas del consumo farmacológico, se encuentran unas cargas de trabajo excesivas, elevada presión de los tiempos para realizar las tareas, falta de evaluación de los riesgos del puesto de trabajo, ausencia de medidas preventivas, materiales en mal estado, reconocimientos médicos inadecuados y los problemas de salud derivados del trabajo.
Las trabajadoras consumen relajantes musculares, analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos como prevención ante el inicio del dolor y para los problemas musculares. Al intentar paliar los síntomas pero sin actuar sobre las causas se van agravando los problemas y han de recurrir a fármacos orientados sobre todo a problemas psicológicos, como la ansiedad, depresión o el insomnio. CCOO estima que alrededor de la mitad de estas trabajadoras consumen fármacos para sobrellevar las consecuencias que provocan las condiciones de trabajo en su salud.
Así lo ha constatado Simone Peçanha, camarera de piso y delegada de CCOO, que ha explicado el alto nivel de estrés al que están sometidas y cómo las trabajadoras consumen algunos de los fármacos mencionados para poder tirar adelante, puesto que la baja es el último recurso, «especialmente para las compañeras que tienen salarios más bajos al estar externalizadas».
La secretaria de Salud Laboral y Previsión Social Complementaria de la federación estatal de CCOO Servicios, Ángeles Balué, ha explicado que CCOO actúa a través de los comités de empresa reclamando que se evalúen estas situaciones y que se pongan en marcha las actuaciones preventivas pertinentes. Balué, que ha denunciado la infradeclaración de enfermedades profesionales relacionadas con esta profesión, ha señalado que CCOO consiguió, el pasado mayo, que la Seguridad Social dictamine una resolución que inste a las mutas a reconocer como enfermedad profesional diferentes patologías que afectan al colectivo, como por ejemplo, el síndrome del túnel carpiano.
Convenios colectivos bloqueados
El secretario general de Serveis CCOO PV, José Miguel Mandingorra, ha recordado que los convenios de Valéncia y Castellón están pendientes de negociar desde 2013. CCOO no entiende que con los niveles de ocupación, pernoctaciones y rentabilidad en cifras superiores a la crisis económica, la patronal no sea capaz de hacer partícipe a los trabajadores del beneficio obtenido. «Es necesario tener unas condiciones laborales adecuadas no solo en cuanto a salario, sino en el ámbito de la prevención de riesgos laborales».
Además de la subida salarial que recupera el poder adquisitivo, CCOO lleva como propuesta en sus plataformas de negociación que las empresas que opten por externalizar los servicios, como ocurre con las camareras de piso, se apliquen los convenios sectoriales, para evitar así que se empeoren las condiciones de trabajo.
Mandingorra ha señalado que las patronales de València y Castellón han emplazado la próxima reunión para la negociación en septiembre, al acabar la temporada: «Si la negociación no avanza, plantearemos movilizaciones».