La Policía Local de Albal rescata a tres crías de jabalí que habían caído a una acequia
El pasado martes 16 de abril, el retén de la policía local de Albal fue alertado por unos vecinos por la presencia de tres crías de jabalí que habían caído en una de las acequias que cruzan el término municipal de Albal, concretamente en la Séquia Reial del Xúquer, cerca del motor de ‘Les Altes’ en la zona de la ermita de Santa Ana.
Ante la imposibilidad de salir de ella y por el peligro que entraña tratar de atrapar a este tipo de animales, los vecinos tomaron la decisión de solicitar la presencia policial. Los agentes Eulalio y Sito, al personarse en el lugar de los hechos y tras analizar la situación, tomaron la decisión de actuar para tratar de rescatar a los pequeños rayones – Una actuación no exenta de riesgos, ya que estos jabatos ya pueden propinar dentelladas importantes y además las madres suelen buscar a los extraviados alertadas por los guarridos – que no sufrieron ningún daño y fueron puestos en libertad para que se reencontrasen con el resto de la piara.
Uno de los agentes tuvo que meterse dentro del propio canal, puesto que una de las crías de jabalí había accedido a la acequia madre y era imposible capturarlo desde el exterior, mientras el otro vigilaba que no apareciese la madre. La, ya de por sí, anómala situación podía convertirse en un verdadero peligro debido a que las hembras de jabalí son muy peligrosas cuando sus crías están en riesgo. Los tres pequeños siguieron su camino, salvo uno, qué fruto del agotamiento, tras múltiples intentos por salir del canal, estaba exhausto y uno de los agentes tuvo que realizarle un pequeño masaje hasta que recuperó las fuerzas.
Desde la jefatura de la policía local de Albal, han mostrado su satisfacción por este tipo de actuaciones, y por la profesionalidad de sus agentes.
Es importante tener cuidado al encontrarse con jabalíes en la naturaleza, especialmente si parece que hay crías cerca, ya que la madre puede interpretar cualquier acercamiento como una amenaza y su instinto de protección se activa inmediatamente y pueden volverse extremadamente agresivas. Por lo general empiezan gruñendo, erizando los pelos de su lomo como señal de advertencia, y si esto no aleja al intruso, puede atacar sin dudarlo.
Las jabalinas cargan con fuerza y rapidez, utilizando sus cuerpos robustos como arietes. A menudo, apuntan a golpear con su cabeza y hombros, pero también pueden utilizar sus colmillos si es necesario
Un rescate brillante, que demuestra, una vez más, la eficacia y la polivalencia de la policía local de Albal y la colaboración ciudadana.