La soledad de un gabinete
Gema Marí. Jefa de prensa y miembro de la ejecutiva de APPV.
Ah!, ¿Eres periodista? ¿De qué? ¿Del corazón?
– Pues mira, temas de salud pocas veces escribo, no estoy especializada.
– ¡Jajaja! ¡Qué cachonda! Entonces. ¿Dónde curras? ¿En un periódico? ¿En la tele? ¿En la radio?
– No, en un gabinete de comunicación.
– ¿Y eso qué es?
Así empiezan siempre las conversaciones cuando digo que soy una plumilla, y no me dedico a lo habitual.
Parece que ser periodista te obliga a tener apellido: Periodista deportivo, periodista de moda, periodista de sucesos… pero pocos, no saben que detrás de una institución, un sindicato o una gran empresa, se esconden profesionales de la comunicación que cada día utilizan su creatividad para que el buen nombre de una marca llegue a todo el mundo. Sí, has leído bien, CREATIVIDAD.
Todos los días hablamos con prensa, con teles, radios, digitales, redactamos notas de prensa, actualizamos todas las redes sociales, realizamos algún que otro soporte escrito (revista, periódico o folleto) además de tener multitud de reuniones y, como no, asesorar sobre temas que afectan a multitud de personas, así como organizar y cubrir eventos. Y ya puestos a completar el pack, a veces hasta los presentas…
Seguramente aún me resten por enumerar algunos de mis quehaceres diarios. A veces lo haces solo y otras tienes alguna ayuda extra que valoras más que la lluvia en pleno agosto.
Esta rama de la profesión es poco agradecida; te sientes como en una isla en medio del océano. A un lado tienes a tus superiores con los que trabajas a diario, por otro a tus compañeros que no son periodistas y que no acaban de entender qué hace una plumilla en la organización y, por último, están los periodistas a los que tu consideras compañeros de profesión pero cada año que pasa observas que hay una gran distancia entre ellos y tu… Esta mezcla tan potente te hace pensar .
‘The winter is coming’ durante todo el año, la soledad es dura, pero la fortaleza de un gabinete es ilimitada.