La Virgen de los Ángeles recorre Mislata
Mislata celebró uno de los pocos actos de las fiestas patronales que se han mantenido intactos con el paso del tiempo. Es la passejà de la Mare de Déu dels Àngels de Mislata, una de las citas más tradicionales y arraigadas de la localidad y lo es porque ha sabido conservar su imagen genuina y el sabor de las costumbres más valencianas, aquellas que recuerdan la imagen de la Mislata de hace un siglo, cuando era una villa de la huerta de Valencia.
Ayer por la tarde, la Clavaría de Nuestra Señora de los Ángeles sacó la imagen de la patrona por las calles de Mislata. Lo hicieron como se ha hecho siempre, subida en un carro tirado por un caballo de los que se emplean para trabajar en la huerta. Por delante, más de setenta tiradores lanzan cohetes de lujo para abrir paso a la patrona.
La passejà es uno de los actos preferidos por los clavarios, que desfilan delante de Nuestra Señora de los Ángeles lanzando los fuegos artificiales. Pero no van ellos solos, porque habitualmente la clavaría invita a las distintas asociaciones y peñas relacionadas con la pólvora que existen en Mislata para que la comitiva sea más numerosa y el acto, si cabe, más colorido y espectacular.
Detrás de la imagen de la patrona, todos los vecinos y vecinas que cada año se suman a esta tradicional passejà y, cerrando la comitiva, las autoridades municipales, encabezadas por el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, la portavoz municipal, Mª Luisa Martínez y el concejal de Tradiciones, Francisco Herrero, junto a los representantes de los clavarios, Luis Latorre y José Vicente Castelló, y demás concejales de la corporación municipal. La banda del Centro Instructivo Musical de Mislata y la Banda de Cornetas y Tambores hicieron el acompañamiento musical.
Tras completar el recorrido, ya de noche, la patrona entró en la plaza atravesando un enorme pasillo de fuegos artificiales, el que formaban los tiradores, dispuestos a un lado y a otro. Para acompañar la traca final, los clavarios dispararon también unos fuegos artificiales, para poner un broche de oro a una de las citas más arraigadas de las fiestas de Mislata.