Las mujeres que emigraron a Quart de Poblet en los 50′, protagonistas de un documental
El Ayuntamiento de Quart de Poblet rinde homenaje a todas las mujeres protagonistas del éxodo rural con la edición de un libro y la producción del documental «Un billete de ida. Éxodo rural de mujeres a Quart de Poblet, 1950-1975». Se trata de un trabajo de recuperación de la memoria de unas décadas que supusieron un avance económico y demográfico para el municipio de l’Horta Sud.
El documental contará historias como la de Enriqueta Veliz, actual presidenta del Centro Cultura de Castilla La Mancha y María Ruiz quien recuerda que emigró a Quart de Poblet para mejorar las condiciones de vida ya que en Jaén ganaba la mitad que en el municipio de l’Horta Sud.
También conoceremos a Nicolasa Madrigal que, con 102 años, se acuerda perfectamente de cómo llegó con su marido al pueblo donde le acogieron «con mucho cariño» desde el primer momento. Además, enseguida entabló amistad con las mujeres del barrio que le ayudaron en todo momento.
Por su parte, Carmen Periáñez cuenta, orgullosa, que ella era la que más dinero llevaba a casa superando el sueldo de su padre y el de sus hermanos. Una hazaña en un momento en la que la brecha salarial por razón de sexo era mucho mayor que en la actualidad.
Todas las mujeres que salen en el documental protagonizaron lo que se denominó el éxodo rural y que supuso, durante la década de los sesenta, el traslado de 4 millones de españoles y españolas a la ciudad. Fueron unos años en los que multitud de empresas azulejeras y cerámicas de l’Horta necesitaban mano de obra. Quart de Poblet vio como pasaba de 5.400 habitantes en 1950 a más de 20.000 en 1970.
El Ayuntamiento de Quart de Poblet rinde un homenaje a todas ellas por su valentía, por su legado y por su integración en un pueblo que las acogió con los brazos abiertos y que ha dado como resultado un municipio lleno de riqueza y diversidad.
Asimismo, en el documental se pone en valor el hecho de que estas mujeres sigan vinculadas, de algún modo, a sus lugares de origen e intenten que las futuras generaciones no pierdan sus raíces. Por eso, muchas de ellas son hoy socias del Centro Cultural Andaluz y del Centro Cultural de Castilla La Mancha, donde recobran y revalorizan sus costumbres, su folklore y su gastronomía, contribuyendo así a la conservación de nuestro Patrimonio Inmaterial.