Los atracadores de un domicilio de Albal aprovecharon que un familiar entraba en el patio para acceder al piso
Los tres individuos que atracaron un domicilio en Albal el pasado miércoles por la noche, haciéndose pasar por guardias civiles, aprovecharon que entraba en el patio de la finca un hijo del matrimonio que reside en la vivienda para poder acceder fácilmente al piso, además de utilizar el factor disuasorio y sorpresivo de identificarse como supuestos agentes, según han relatado las víctimas de este suceso que ha causado alarma en la población por el modo de operar poco corriente de estos atracadores. En un primer momento, fuentes cercanas al caso aseguraron que los asaltantes llamaron directamente a la puerta del piso, pero, según las propias víctimas, lo que hicieron fue aprovechar el momento en el que el hijo volvía a casa y abría la puerta del patio para abordarle e identificarse como supuestos guardias civiles que, según dijeron, iban a realizar un registro en la vivienda.
De hecho, los atracadores se pusieron tanto en su papel de simulación de guardias civiles, que llevaban chalecos típicos de estos agentes, llegaron a enseñar una placa policial y afirmaron que tenían una orden de registro, si bien no mostraron ningún papel acreditativo y, además, llevaban pasamontañas para que no pudieran ser identificados.
Asimismo, durante más de una hora que estuvieron en el piso, aunque no inmovilizaron a las víctimas, ni hubo violencia, ni tampoco exhibieron armas, sí que les quitaron los móviles para que no pudieran llamar a nadie, las mantuvieron confinadas en el comedor de la casa, bajo la vigilancia de uno de ellos, y llegaron a amenazarlas con detenerlas a todas, continuando así con su simulación de estar realizando un registro para, según decían, buscar indicios de algún supuesto delito cuando, en realidad, lo que buscaban era sustraer todo lo que encontraran de valor.
Y así lo hicieron, tras revolverlo todo y preguntar a las víctimas dónde tenían lo que podían robarles, los atracadores sustrajeron lo que encontraron y, además, les pidieron las llaves de sus vehículos, una moto y un coche, con lo que, dos de ellos, bajaron con el hijo del matrimonio al garaje de otra finca contigua, donde los tenían guardados, y de allí se llevaron la moto, pero dejaron el turismo. Una vez salieron con la moto, el tercer atracador, que aún estaba en el piso, se marchó, y fue entonces cuando el matrimonio se dio plena cuenta de que habían sido víctimas de un atraco y avisaron a la Policía Local y la Guardia Civil.