Los emprendedores de L’Horta se ayudan para sortear la crisis
Fernando Alabadí
Mejor solo que mal acompañado. Pero si la compañía es buena, ¿por qué no emprender juntos? Es la máxima que está extendiéndose por la comarca de L’Horta, donde proliferan iniciativas empresariales, de carácter privado y público, que persiguen un mismo objetivo: ayudar a quien inicie un negocio.
El Workspace del Centro Comercial Gran Turia de Xirivella es un buen ejemplo de ello. Se trata de un local en el que una quincena de emprendedores comparten en la actualidad mesa de trabajo. El centro les proporciona de forma gratuita Internet, salas de reuniones, y un despacho común en el que trabajar. Además, el Workspace está convirtiéndose en una lanzadera de ideas, porque organizan charlas, exposiciones, conferencias y son muchos los emprendedores que se acercan para conocer la iniciativa. Y para trabajar allí, claro. Los habituales a este espacio de trabajo tienen profesiones variopintas: Paco capta jugadores juveniles para campus de fútbol de élite, Guillermo hace páginas web, María José Rubio diseña moda y bisutería, hay un profesor de Tennis, Pilar Bressó es pintora… Y un suma y sigue.
Berta Brugarolas y Eloina Argenta son dos de las emprendedoras que utilizan de forma habitual estas instalaciones. Brugarolas, de Barcelona, lleva 5 años en Valencia y se encarga de diseñar libros totalmente personalizados a base de graffities fotografiados de la calle. “Es un regalo perfecto para un cumpleaños”, defiende la empresaria.
Argenta es asesora fiscal y contable. Confiesa que utilia el workspace como un despacho, “porque llevarse a casa el cliente resultaría un poco incómodo. Aquí es mejor”. Y admite que, si algún día tuviera que pagar por alquilar este ‘despacho común’, lo haría gustosa, siempre que el precio fuera razonable.
El espacio del Gran Turia lo gestiona una empresa de carácter privado que exige, a cambio de la cesión gratuita de la zona a sus usuarios, que las transacciones, las compras y las ventas, se realicen fuera de este espacio.
Despacho compartido
Basta echar un vistazo por Internet para darse cuenta de que existen numerosas iniciativas parecidas en toda la comarca. En Torrent, por ejemplo, muchos edificios, -sobre todo cercanos al Parc Central-, se han convertido en viveros de empresas por los que, pagando unos 100 euros de media, se tiene derecho a mesa, isla de impresión a dos céntimos por copia, luz, agua y otros gastos incluidos en el precio.
Si una persona quiere secretaria y despacho propio, deberá abonar unos 200 euros. Un importe más que razonable, ya que no se pagan más gastos extra. No hay sorpresas a final de mes.
Otra opción es el vívero de empresas de la Cámara de Comercio. En Torrent hay compañías de telefonía móvil, administradores de fincas, creadores de páginas webs… Todo por 120 euros al mes más IVA y el precio incluye un completo espacio de trabajo con cajoneras, mesa, Internet. Hay que abonar 3 mensualidades en concepto de fianza y el contrato es de un año, para empresas primerizas, si bien puede prorrogarse otros dos años más.
Pero además de esta interesante iniciativa pública, muchos empresarios como Marcos Gozalvo, propietario de una inmobiliaria en Torrent, han encontrado en nuevos emprendedores un potencial cliente. Su empresa posee varios pisos divididos en despachos individuales, con salas de reuniones, salas de espera… Un filón para dar salida a pisos que de otra manera estarían vacíos, y una oportunidad para empresarios que no quieren un local para ellos solos.
Ayuda mutua
Son muchos. Precisamente Gozalvo pertecene también a este grupo. BNI Koi Liderazgo está formado por un conjunto de empresarios de L’Horta, -muchos de ellos de Torrent y Paterna-, que quedan todos los miércoles para desayunar a las 6.45 de la mañana. Los socios de este club de carácter privado, expandido a nivel internacional, quedan para hacer negocios antes de que salga el sol.
En cada una de las sesiones de los miércoles invitan a distintos empresarios, -previo pago simbólico de 10 euros para sufragar los gastos del hotel o restaurante escogido y el desayuno-. Cada persona tiene un minuto para explicar cuál es su profesión, de qué se encarga su empresa, qué tipo de perfil necesita incorporar a su compañía, qué servicio necesita cubrir… Van al grano. Sin rodeos. En 60 segundos, invitados y socios venden sus virtudes para que entre los asistentes puedan surgir oportunidades de negocios reales.
En una de esas reuniones, a la que asistió El Meridiano L’Horta, había una treintena de personas dedicadas a diversas profesiones: abogados, comerciales, gerentes de empresas de distribución, un responsable de un concesionario de vehículos que afirmó que por unos 200 euros al mes ofrecían un coche a autónomos bajo el modelo de renting; un asesor laboral de Torrent que ofrecía sus servicios; una especialista en diseño de páginas web que también animaba a quien quisiera estar presente en la Red o mejorar su interfaz digital a contratarla…
Pero este ‘ayúdame y te ayudo’ no es gratuito. Los socios pertenecientes a BNI han abonado 600 euros cada uno para entrar a formar parte de este club. Además, no pueden faltar a más de 9 reuniones cada 6 meses, porque sino serían expulsados. Eso sí, pueden enviar a los encuentros a ‘sustitutos’ que actúan en su nombre. “Desde fuera se ve raro, porque a veces nos ven como si fuéramos una secta”, admite Marcos Gozalvo, presidente del grupo BNI de empresarios de Torrent. Pero no es así. BNI tiene sus propios trabajadores y el dinero pagado por sus miembros se destina a impulsar la estructura de esta importante organización.
El director de BNI Koi Liderazgo en Paterna, Robert Fernández, apunta que es la organización de su género con más éxito. “Es un modelo que funciona. Conozco una persona que ha cerrado un contrato de vinos con Hong Kong por valor de un millón de euros, imagínate si es importante para las empresas exportadoras”.
En opinión de Fernández, “en la coyuntura económica actual es cada vez más difícil vender. Nosotros aportamos recomendaciones mutuas y formación. Pedro Parra, de Murcia, exportó este modelo que bien utilizado es brutal”.
Una profesión por grupo
Lo que hace que BNI sea único es el hecho de que solo permite que una persona por profesión se afilie a cualquier grupo. De esta manera, sólo puede haber un abogado, un asesor bancario, un periodista, un corredor de seguros…Así consiguen que no haya una oferta por la que puedan competir dos personas. “Imagínate que hubiera 5 abogados, -dice Robert-, sería imposible saber cómo repartes posibles clientes”.
Cada director de grupo, como Fernández, es quien impulsa que diferentes empresarios se unan por zonas. Hay ya en Torrent, Catarroja, Paterna… Y una vez llegan a 50 miembros se presentan en sociedad, como ocurre hoy Torrent, en un acto en el que está confirmada la presencia de la Alcaldesa, Amparo Folgado.
El trabajo del director de grupo es importante hasta este momento porque, como explica Gozalvo, cuando ya se ha reclutado a medio centenar de personas, casi siempre vuelve a empezar de cero para montar otro grupo en otra localidad, donde cada nuevo miembro volverá a pagar 100 euros en concepto de matrícula y una cuota de 500 euros anuales. Cada nuevo grupo es como una nueva franquicia, en la que el director se lleva un 20% de los 500 euros. Fernández señala que son muchas las horas empleadas “porque hay muchísimas reuniones locales, provinciales, de área y nacionales”.
Pero más allá de las cifras, lo importante es cómo diferentes personas están innovando en la forma en la que generan negocio. No hay duda de que vuelve el trueque y el intercambio.