Mazón acusa al presidente de la CHJ de querer «lavarse las manos» sobre la dana

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, del PP, ha acusado al presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, de tratar de «lavarse las manos» sobre su responsabilidad en cuanto al desastre generado por la dana del pasado 29 de octubre en Valencia.

Preguntado por los periodistas tras una visita a las instalaciones de la empresa aeroespacial PLD Space en el polígono industrial de Torrellano, en Elche (Alicante), el jefe del Consell ha calificado de «tristes» las declaraciones de este miércoles de Polo sobre que la institución que dirige «no es responsable» de lo ocurrido por la dana.

Mazón ha subrayado que Polo sí es «el máximo responsable de no haber hecho las obras previas que había que hacer y de no haber limpiado cuando había que limpiar» y ha criticado «que después de tres meses de silencio, incluidas las comunicaciones que tenía que enviar esa misma tarde», ahora «lo único que se le ocurre al máximo responsable del Barranco del Poyo es lavarse las manos».

«Es triste y yo, por ser el día que es», en referencia a que este miércoles se cumplen tres meses de la riada, «no quiero decir nada más a este respecto».

Sin embargo, ha lamentado que «esa sea la actitud del máximo responsable de limpiar, de hacer las obras, de avisar, de comunicar y de trasladar después de tres meses de silencio sin saber nada de este señor, ni de la Confederación ni del Ministerio».

«Absoluto respeto» a la querella de los afectados

Sobre la querella que han presentado algunos familiares de los damnificados de la dana contra miembros del Consell y el presidente de la CHJ, Mazón ha expresado el «absoluto respeto» y ha indicado que las víctimas «van a contar siempre con nuestro apoyo, que lo han tenido desde el principio y desde el dificilísimo momomento de la identificación de los cadáveres».

Ha manifestado que la Generalitat ha estado a su lado y ha hablado personalmente con ellos a través de la conselleria, y ha añadido que él no ha dejado «de visitar la zona» afectada por la dana, como por ejemplo la pasada semana en Benetússer y la anterior en la campa de coches de Catarroja, donde ya han sido retirados todos los vehículos.

Ha continuado que el conseller Gan Pampols «visita la zona permanentemente» y que el Consell mantiene reuniones con los alcaldes y los municipios, por ejemplo la consellera de Industria, Marián Cano, para la mejora de los polígonos y de las zonas industriales.

Llamamiento al Gobierno para la necesaria coordinación

Según el president, su Consell está realizando la labor «con total normalidad y trabajando día tras día» y ha hecho un llamamiento al Gobierno central a la coordinación, por ejemplo a partir de comisiones mixtas donde reunir a todas las administraciones para estudiar las ayudas y estrategias de recuperación.

Ha criticado que el comisionado del Gobierno para la dana no haya sido capaz de «reunirse» con la Generalitat y que el presidente, Pedro Sánchez, visitara València sin «descolgar un teléfono para ver cómo nos podíamos coordinar».

Ha recalcado que el ofrecimiento de la Generalitat es «permanente si es para ayudar y coordinar» frente a los que «siguen con el cálculo político, que creo que es lo peor que se puede hacer cuando hay tanto dolor».

Ha manifestado que la Generalitat está afrontando «la labor más ingente y el mayor reto que se ha tenido jamás» y ha proseguido que lo está «dando todo» y «corriendo con las ayudas como si no hubiera un mañana».

Por ello, ha dicho que está «muy orgulloso» de ese esfuerzo y despliegue de medios y recursos, «el mayor en la historia del autogobierno», en la tramitación de ayudas, en la retirada de vehículos de las campas y en acciones de primera necesidad.

A este respecto, ha indicado que ya se han pagado el cien por cien de la primera fase de las ayudas a los autónomos, se han repuesto los 57 centros de salud y 123 depuradoras afectadas y que se han «reescolarizado» a los 48.000 alumnos afectados, algunos en centros distintos porque hay siete colegios que deben ser sometidos a una reforma «completa». EFE