Mislata cierra el comedor escolar de verano con una fiesta de disfraces
La vuelta al cole de mañana marcará un año más el inicio del nuevo curso, el final de las fiestas de Mislata y también el de muchas actividades veraniegas, como el comedor escolar que el Ayuntamiento abre durante los meses de julio y agosto en el colegio El Cid. En esta ocasión, el comedor escolar cerró la temporada con una fiesta de disfraces, una forma más lúdica y divertida que de costumbre, que responde al objetivo municipal de convertir este programa social en una más de las actividades infantiles que se celebran en la ciudad.
El alcalde, Carlos Fernández Bielsa, y los concejales de Bienestar Social, Ximo Moreno, y de Juventud, Toni Arenas, asistieron la pasada semana a la comida de final de curso, en la que tanto los escolares como los monitores iban disfrazados. Bielsa y Moreno compartieron bandeja con los menores y comieron lo mismo que ellos: ensalada, pasta y pescado. De postre, fruta natural. Tras la comida, Bielsa se despidió de los chicos y anunció su intención de «seguir evolucionando este programa con más actividades deportivas, más excursiones y más fiestas como ésta de disfraces, porque lo más importante es eliminar cualquier diferencia entre este comedor social y otra escuela de verano».
Mislata fue el primer ayuntamiento valenciano que abrió los comedores escolares en verano. Lo hizo por primera vez hace cuatro años, después de que los servicios sociales detectaran que a muchas familias les resultaba imposible cubrir las necesidades nutricionales de sus hijos. Lo que al principio fue un comedor social de emergencia fue evolucionando hasta convertirse hoy en día, explica Bielsa, «en una escuela de verano más, donde garantizamos a todos los niños y niñas de Mislata tres comidas al día, pero donde también garantizamos su derecho a pasárselo bien en vacaciones, como cualquier niño a esas edades».
El comedor escolar de este año ha seguido el mismo patrón que en años anteriores, aunque incorporando algunos criterios nuevos para mejorar el servicio. Uno de ellos era el de las actividades lúdicas, aquellas que pretenden «no estigmatizar a los menores en riesgo de exclusión social», asegura el concejal Ximo Moreno. Así, este año ha habido castillos hinchables, fiestas del agua y hasta una fiesta de disfraces, y el objetivo de la concejalía es seguir mejorando el servicio con más actividades deportivas, excursiones por el municipio y visitas a la piscina.